Con motivo de la invitación que recibí de la Red Chiapas por la Paridad Efectiva que integran mujeres de diversas profesiones, para festejar su tercer aniversario de fundación quise escribir sobre un tema que tiene tiempo en mi mente.
Trata sobre la violencia hacia las mujeres periodistas, la igualdad y la equidad. Les comparto la ponencia.
Por Gabriela Coutiño
No hay sociedad sin comunicación
Comunicación es identidad, porque no hay sociedad sin información.
Una nación que aspira a consolidar la democracia necesita medios de comunicación y periodistas independientes; y también críticos.
Sin duda el momento actual por el cual atraviesa el ejercicio de la libertad de expresión en México requiere de una reflexión amplia y participativa. No solo de los profesionales del periodismo, sino también de todos los sectores sociales.
Nadie puede negar que la defensa de la libertad de expresión en México, requiere de acciones transformadoras de nuestra compleja realidad.
Hoy en México; ejercer la libertad de expresión te cuesta la censura o la vida.
Muchas compañeras y compañeros han perdido la vida ejerciendo el periodismo y la libertad de expresión.
Cuando se ataca a la libertad de expresión o un periodista, la sociedad también pierde.
Porque cada agresión, cada atentado, cada intento de censura; genera un efecto inhibidor para aquellos que ejercen el periodismo o para los ciudadanos que buscan indagar e informarse sobre los asuntos de interés público.
Las agresiones a la libertad de expresión, al periodismo y los periodistas:
En México, según los datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; desde el año 2000 a la fecha, han sido desaparecidos o asesinados 124 periodistas, una cifra altísima para un país que se dice democrático.
En todo ello; hay dos constantes que se repiten; la impunidad y la actuación gubernamental unilateral.
A las y los periodistas, el gobierno no nos pregunta cómo nos gustaría o como debiéramos ser protegidos.
Ahora bien; ser mujer y ser periodista; no es tarea fácil.
Para las mujeres periodistas, la violencia y la intimidación no solo ocurren en zonas de conflicto.
La violencia y la intimidación son experiencias cotidianas en el ejercicio de nuestro oficio.
Se cree que las y los periodistas están acostumbrados a escribir las historias de los demás. Es cierto.
Pero también es cierto que escribir esas historias, ha hecho difícil; escribir las nuestras.
Cito el caso de María Fernanda Mora, reportera de Fox Sports México, que fue víctima de hostigamiento por parte de unos aficionados del Club Guadalajara, mientras festejaban su triunfo en la final de Futbol del torneo de la Concachampions.
Aunque los hombres periodistas también son objeto de acoso, el abuso hacia las mujeres periodistas tiende a ser más grave, porque incluye el acoso sexual y las amenazas de violencia.
A las mujeres nos cuesta más el respeto al trabajo periodístico. Es la realidad.
Por eso, ser mujer y ser periodista; es una forma de activismo.
En las sociedades donde las mujeres tienen que luchar para tener control sobre sus propios cuerpos como es en nuestro país, las mujeres también debemos luchar para reafirmar nuestros derechos en el espacio público.
Esa lucha es porque aún persisten serios obstáculos para las mujeres que ejercen el periodismo.
Obstáculos que van desde el acceso desigual a la información y a la sub-representación de las mujeres en los medios.
Incluso hoy es insuficiente la cobertura de los temas de igualdad de género por parte de los medios de comunicación y la violencia simbólica y abierta contra las mujeres.
Una mujer que ejerce el periodismo, tiene que publicar información que pueda ayudar a otras mujeres en peligro.
Muchas mujeres periodistas lo hacen. Pero tenemos que reconocer que ese esfuerzo, se hace en un contexto, que es peligroso para la mujer periodista.
En ese sentido, ejercer el periodismo y ser mujer; es también un hecho que refleja lo que hoy es nuestra sociedad.
Las mujeres periodistas somos más vulnerables a los ataques de quienes no les gusta el derecho a la información. Esa vulnerabilidad, muchas veces es solo por el simple hecho de ser mujeres.
Sufrimos la impunidad, el acoso por el hecho de ser mujer y ser periodistas. Nos acusan de “chismosas”, nos piden que mejor regresemos a “la cocina”, a lavar los “platos”.
A las mujeres periodistas, con mayor virulencia que a los hombres que ejercen el periodismo se nos pide que “revelemos nuestras fuentes”.
Por ello, es un compromiso doble; detener el machismo contra las mujeres periodistas y defender a las mujeres e informar sobre la violencia de género.
¿Cómo debe tratarse una noticia que involucre violencia de género?
Las y los periodistas, debemos de tomar en cuenta los siguientes criterios:
1.- Es correcto utilizar los siguientes términos: violencia contra las mujeres, violencia de género y violencia machista.
2.- Desde el principio; informar que la violencia de género es un delito; en tanto y en cuanto constituye una conducta antijurídica que debe ser prevenida y sancionada.
En tanto que la violencia de género es un problema social, un atentado contra el derecho a la vida, la dignidad y una problemática que atenta contra la defensa de los derechos humanos.
3.- Lo importante es proteger la identidad de la víctima, no la del agresor
4.- Se debe señalar cuales pueden ser las actitudes y situaciones que ponen en riesgo a la mujer en una relación violenta, para ayudarlas a toma conciencia sobre su estado.
5.- Hay que identificar informaciones que pueden perjudicar a la víctima y a su entorno.
6.- Para la violencia de género no hay justificaciones.
No es el alcohol, no son las drogas, las discusiones de pareja, los celos. Eso solo distrae la atención del punto central:
La violencia de género es el control y la dominación que determinados hombres ejercen contra las mujeres.
7.- Mantener el tema en la agenda local, denunciando la violencia en todas sus expresiones: psicológica, económica, emocional y física
8.- Hacer conciencia con la familia de la víctima, de que lo mejor es acercarse a organizaciones sociales para que el tema no se olvide. Si la familia se aleja del tema legal; desgraciadamente, lo que puede ocurrir es que el delincuente; pueda defenderse mejor de manera legal.
Ahora, bien; ¿Cómo debemos protegernos las mujeres periodistas de la violencia de género?
A las mujeres periodistas, generalmente las agreden los funcionarios de gobierno. En algunas partes del país, es el crimen organizado.
¿Qué mecanismos tiene que echar a andar el estado mexicano para proteger a las mujeres periodistas?
Primero, el estado mexicano tiene la obligación de adoptar un discurso público que contribuya a prevenir la violencia contra periodistas
¡Lo tiene?
En segundo lugar, tiene la obligación de instruir a las fuerzas de seguridad sobre el respeto a los medios de comunicación
¿Lo hace?
Tiene también la obligación de respetar el derecho de las y los periodistas a la reserva de sus fuentes de información, apuntes y archivos personales y profesionales.
¿Lo promueve?
Debe de tener la obligación de sancionar la violencia contra periodistas
¿Sanciona?
Debe de documentar y la obligación de mantener estadísticas precisas sobre violencia contra periodistas
¿Las conocemos?
Debe de ofrecer mecanismos especiales de protección a periodistas y trabajadores de medios.
Ni nos preguntan cómo queremos y debemos ser protegidos.
El ejercicio periodístico es una actividad, un oficio realizado por hombres y por mujeres.
Pero a los ojos de la sociedad sigue siendo una actividad predominantemente masculina.
Por ello en este oficio se reproducen estereotipos y roles tradicionales de género.
Hoy en México se reconoce que la participación de las mujeres en el oficio ha aumentado significativamente con los años.
Hoy las mujeres participamos en fomentar la libertad de expresión y el derecho a la información.
Sin embargo, mientras la prensa se ha convertido en un factor fundamental para la lucha contra la corrupción y los abusos de las autoridades, la evidencia demuestra que el problema de la violencia contra las y los periodistas se ha agravado.
En las condiciones actuales del país. No creo que sea posible que solo el estado mexicano pueda proteger a los periodistas. Especialmente a las mujeres.
Para resolver los problemas de la violencia de género contra las mujeres periodistas, se necesita que la sociedad civil participe en su solución. Porque en esos ataques subsiste la impunidad.
La impunidad del crimen organizado y la impunidad de la que gozan los funcionarios públicos.
Yo quiero comentarles que si definimos al periodismo como una forma de activismo social y este oficio integra a mujeres; este incluye derecho a la información, derecho a la vida, derecho a la integridad personal y a la libertad de expresión.
Por eso para proteger a los periodistas y a las mujeres periodistas, se requiere del estado mexicano;
Como tenemos dudas que el estado mexicano realice bien su trabajo en este sentido; las y los periodistas debemos buscar con la sociedad civil un debate democrático libre, robusto y sin restricciones.
Es necesario combatir la violencia contra periodistas a través de una política integral de prevención, protección y procuración de la justicia.
La sociedad civil y las organizaciones sociales hacen un trabajo loable. En Chiapas es justo reconocer el esfuerzo de las mujeres de REPARE.
Yo las felicito por su tercer aniversario.
Tres años de unidad de mujeres de distintos oficios que han ofrecido resultados en la aspiración de hacer que las mujeres participemos con intensidad en la vida política y social estatal y nacional.
Tres años que en el futuro, consolidarán más la NECESARIA participación social y política de las mujeres.
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