Gabriela Coutiño
La corrupción es uno de los temas políticos y sociales nacionales. En México hay más herramientas que deberían combatirla, pero ha faltado voluntad política para ello. A la fecha, los mexicanos solo vemos como varios medios nacionales aportan evidencia de la opacidad de muchos funcionarios públicos y dependencias de los tres niveles de gobierno.
Se conocen muchos de los hechos, pero no se sancionan. Nace así el fenómeno de la impunidad que mucho daño le ha hecho a nuestras instituciones y a nuestro país.
La corrupción crea intereses cupulares, provoca crisis económica al concentrar los recursos en pocas manos y hace a las elites políticas más poderosas.
En Chiapas ocupamos los primeros lugares de la pobreza nacional y no se ve para cuando cambie el panorama. No hay empleo, está rota la productividad y no hay motores para su desarrollo. El estado no tiene rumbo económico.
A ello hay que súmarle la opacidad de sus dependencias públicas; las ansias de perpetuarse en el poder de su clase política que tuerce y tuerce la ley y por supuesto, la impunidad que gozan los políticos y funcionarios públicos.
Hay esperanzas entre los mexicanos que con el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador esta situación de corrupción e impunidad cambie. AMLO ha prometido que acabará con la corrupción, así como también lo ha dicho el gobernador electo de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas.
Lo que -por lo pronto- no parece que cambie es la opacidad de las dependencias públicas de los tres niveles de gobierno. Como tampoco cambia que organizaciones sociales sigan divulgando la opacidad de las dependencias públicas.
Ayer lunes de este mes de agosto, un colectivo de académicos y comunicadores, lanzó una plataforma digital con el status actual de las auditorías que a las dependencias públicas le practica la Auditoría Superior de la Federación.
El colectivo de organizaciones que define su trabajo de la siguiente manera: “digerimos, traducimos y ordenamos la información de la Auditoría Superior de la Federación para saber dónde hubo posibles fallas en el uso del dinero público y dónde no”.
A través de la plataforma en internet denominada https://www.fuistetu.org/ el colectivo analiza la “Cuenta Pública 2016” con datos actualizados al 18 de julio de 2018. Además, la plataforma analiza “todas las dependencias públicas que fueron auditadas y que están sujetas a recibir acciones y observaciones por parte de la auditoría”.
Es decir, el colectivo analizó a todas aquellas dependencias públicas que están a punto de recibir notificaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación para resarcir el daño causado a las arcas públicas.
https://www.fuistetu.org/ invita a los ciudadanos a consultar su metodología, a revisar el glosario de términos y a revisar sus dos secciones principales: la de las dependencias que “dan gusto” y las dependencias que “Nos preocupan”. Estas dos secciones son un Ranking de la opacidad o la transparencia de las dependencias.
La plataforma dice que La Auditoría Superior de la Federación identificó 23 dependencias que “dan gusto” pues afirma que “la programación, adjudicación, contratación, ejecución y/o pago de los recursos públicos fueron comprobados documentalmente de conformidad con la normativa y la legislación aplicable”.
El ranking se puede consultar aquí: https://www.fuistetu.org/dan-gusto
En contraparte; la plataforma identificó que hay 266 dependencias que de acuerdo a la metodología aplicada “nos preocupan” porque respecto a la Cuenta Pública 2016, y de acuerdo con la normativa y la legislación aplicable, esas dependencias no pueden comprobar ya sea la programación, adjudicación, contratación, ejecución y/o pago de recursos públicos.
El ranking y la descarga de los datos de esas dependencias puede consultarse aquí:https://www.fuistetu.org/nos-preocupan
Para los chiapanecos las noticias son lamentables. No hay ninguna dependencia en el Ranking de dependencias que “dan gusto”.
En Chiapas no hay dependencias de los tres niveles de gobierno que sean referencia a nivel nacional por su transparencia y manejo eficiente de los recursos públicos.
Pero sí hay dependencias chiapanecas en el “ranking malo”. En el listado de las 266 dependencias nacionales con opacidad en el ejercicio presupuestal.
Aparecen en este Ranking los municipios de Chamula, Oxchuc, Ocozocoautla, Ocosingo, Salto de Agua, Tuxtla Gutiérrez, Palenque, Chilón y Las Margaritas.
Aparece el propio Gobierno del Estado con auditorías practicadas a “los recursos federales transferidos a través del Acuerdo de Coordinación Celebrado entre la Secretaría de Salud y la Entidad Federativa.
La Universidad Politécnica y la Universidad Autónoma de Chiapas en el ojo del huracán de la opacidad.
Dos instituciones que deberían ser referencia por los objetivos que persiguen, que son educar y formar a la juventud chiapaneca para su futuro, son referencia, pero de opacidad financiera.
En el Ranking “Nos preocupan” el primerísimo lugar respecto a una dependencia chiapaneca, lo ocupa la Universidad Politécnica de Chiapas. @PolitecnicaChis irrumpe en el lugar nacional número 20 entre las 266 dependencias nacionales opacas.
Por su parte la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) tiene el casillero número 45 entre las 266 dependencias nacionales con problemas de comprobación de recursos ante la Auditoria Superior de la Federación.
Lo que hermana a las dos dependencias en la “fortuna” de sus directivos y la “desgracia” que “enfrentan” como institución que no comprueba los recursos que ejerce, es la “Cruzada Nacional Contra el Hambre”.
Cuando el proyecto emblema del sexenio se implementó en el estado, en las dos universidades chiapanecas rebozaban los recursos económicos.
Hoy la desesperación de sus directivos es evidente, porque lo que no pudieron comprobar en años, no podrán hacerlo de aquí al mes de diciembre.
Este diciembre asume la presidencia Andrés Manuel López Obrador; una de sus banderas políticas fue detener la corrupción. AMLO conoce Chiapas, sabe de sus problemas y será un presidente fuerte.
Los directivos de la UNACH y la Politécnica del Estado querrán -como toda la clase política estatal- sobrevivir otro sexenio. Corresponderá al nuevo gobierno federal -y también estatal- impedirlo si es que quieren ganarse de inmediato la confianza de la ciudadanía.
La comunidad de las dos universidades arrastra a muchos de esos directivos desde la administración de Juan Sabines. Por ello también seamos claros: la propia comunidad de las dos universidades, tendrá que protestar o movilizarse para impedir reelecciones. Así de claro; porque nadie escucha al que no protesta.
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