Tuxtla Gutiérrez, Chis. 21 Agos.- El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), afirmó que “está en marcha una nueva guerra de conquista de los territorios de los pueblos originarios, y la bandera que porta el ejército invasor a veces lleva también los colores de la izquierda institucional”.
Los Subcomandantes Galeano y Moisés, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), señalaron en un comunicado titulado “Una finca”, que “en la etapa previa de desarrollo del capitalismo, los pueblos originarios quedaron como los olvidados” porque los grandes propietarios ocuparon las grandes fincas y “aventaron a los indígenas a las montañas, y ahora resulta que esas montañas tienen unas riquezas, mercancías, que quiere también el capital y entonces ya no hay a dónde irse para los pueblos originarios”.
Ante tal situación, los pueblos originarios “o luchan y defienden, incluso hasta la muerte, esos territorios; no hay de otra, porque no habrá un barco que los recoja cuando naveguen a la intemperie en las aguas y tierras del mundo”.
En el texto los zapatistas exponen que “cuando una minera invade un territorio de los originarios, con la coartada de ofrecer ‘fuentes de trabajo’ a la ‘población autóctona’ (me cae que así nos dicen), no sólo está ofreciendo a esa gente la paga para comprar un nuevo celular de gama más alta, también está desechando a una parte de esa población y está aniquilando (en toda la extensión de la palabra) el territorio en el que opera.
“El ‘desarrollo’ y el ‘progreso’ que ofrece el sistema, en realidad esconden que se trata de sus propios desarrollo y progreso; y, lo más importante, oculta que esos desarrollo y progreso se obtienen a costa de la muerte y la destrucción de poblaciones y territorios”.
El mundo entero se fragmenta, subrayan; “proliferan los muros; la máquina avanza en su nueva guerra de ocupación; cientos de miles de personas descubren que el nuevo hogar que les prometió la modernidad es una barcaza en altamar, la orilla de una carretera o el hacinamiento de un centro de detención para ‘indocumentados’; millones de mujeres aprenden que el mundo es un gigantesco club de caza donde ellas son la presa a cobrar; la infancia se alfabetiza como mercancía sexual y laboral; y la naturaleza pasa la cuenta del largo debe que, en su saldo rojo, acumula el capitalismo en su breve historia como sistema dominante”.
En el extenso texto “Una finca, un mundo, una guerra, pocas probabilidades”, que recoge la participación de la Comisión Sexta del EZLN en el Encuentro de Redes de Apoyo al Concejo Indígena de Gobierno y su vocera, María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, realizado en días pasados, ambos Subcomandantes manifestaron que “como que el capitalismo dejó pendiente una parte de la conquista del mundo en el neoliberalismo y que ahora tiene que completarlo.
“El sistema ‘descubre’ que aparecieron nuevas mercancías y esas nuevas mercancías están en el territorio de los pueblos originarios: El agua, la tierra, el aire, la biodiversidad; todo lo que todavía no está maleado está en territorio de los pueblos originarios y van sobre ello”.
Agregan: Cuando el sistema busca (y conquista) nuevos mercados, no son sólo mercados de consumo, de compra-venta de mercancías; también, y sobre todo, busca y trata de conquistar territorios y poblaciones para extraerles todo lo que se pueda, no importa que, al terminar, deje un páramo como herencia y huella de su paso”.