Tuxtla Gutiérrez, Chis. 11 Sep.- Mujeres Tejedoras, alfareras, bordadoras, carpinteras y productoras de Lana, entre otras, asistentes al Primer Encuentro Latinoamericano de Artistas, concluyeron el encuentro de cuatro días con las exigencia que se frenen los plagios de sus diseños y que se respeten sus saberes ancestrales, cada día más amenazados.
La reunión que tuvo lugar en San Cristóbal de las Casas, congregó a 240 mujeres de 25 organizaciones de México, Colombia, Guatemala, Argentina, Paraguay, Ecuador, Chile, Estados Unidos y el País Vasco, donde concluyeron que “las empresas están obligadas a respetar nuestros derechos humanos, ser castigadas ante cualquier plagio que hagan de nuestros trabajos”.
Las mujeres plantean “recorrer cada estado donde sabemos que hay artistas igual que nosotras, convocarles a unirse por la defensa del patrimonio cultural, propiedad intelectual colectiva y no a la privatización de nuestros saberes ancestrales”.
“Nos toca a nosotras defender estos saberes y no permitir que nos exploten, nos discriminen y se tengan prácticas racistas hacia nosotras”, manifestaron.
Se pronunciaron por lograr un movimiento amplio, y su crecimiento con objetivos claros, misión y visión. “Nuestras ancestras no tenían visto comercializar nuestros tejidos, pero el avance del capitalismo nos orilló a hacerlo frente a la extrema pobreza en la que los pueblos originarios hemos vivido”.
Por tanto, uno de los acuerdos que tomaron fue “dejar de llamarnos artesanas y asumirnos como artistas, porque lo somos; es tiempo de valorar nuestro trabajo como arte”.
Las mujeres acordaron también en que si hay un diálogo o encuentro con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), diputadas o senadoras, debe hacerse de manera colectiva con representación de cada organización, colectivo y/o cooperativa, nada a título individual.
En su pronunciamiento denunciaron la falta de respeto del Instituto Nacional de Migración, las embajadas de México en países latinoamericanos, la Fiscalía General de Chiapas, que dieron trato de delincuentes a las mujeres que querían llegar al Encuentro.
Un trato xenófobo, racista y de discriminación tuvieron compañeras de Guerrero provenientes de Cuajinicuilapa, zona afromexicana, quienes fueron detenidas al cruzar la división entre Oaxaca y Chiapas; desvalijaron el vehículo en el que viajaban, las bajaron, registraron sus cosas; viajaban con un compañero afrocolombiano.
Mientras que a las artistas provenientes de Guatemala, por igual, les hicieron un cobro excesivo por trasladar sus productos; “es indignante que el Estado mexicano trate de esa manera a nuestras hermanas y hermanos. Los pueblos originarios no somos criminales, que actúen las autoridades con quienes nos han robado recursos económicos y se han hecho millonarios a cuesta del pueblo y del trabajo de las mujeres”.
A este Primer Encuentro de Artistas (tejedoras, bordadoras, carpinteras, productoras de lana, entre otras) asistieron la senadora Susana Harp, la diputada Aleida Álvarez, a Carlos Arturo Martínez y las representantes de la CNDH: Eréndira Cruz Villegas y Marina Patricia Jiménez Ramírez.