Gabriela Coutiño
Tapachula, Chis. 21 Oct.- Desde el pasado viernes, cuando inició la marea humana por alcanzar la frontera norte, unos 10 migrantes hondureños han caminado cerca de tres mil kilometros desde San Pedro Sula, hasta llegar este domingo a Tapachula. La mayoría cruzó la frontera en balsas por el río Suchiate.
La alcaldía de Ciudad Hidalgo, localidad ubicada en los límites con Guatemala, lleva registradas el ingreso de más de 10 mil 333 personas en su mayoría hondureños que pernoctan en Tapachula.
Fue en la madrugada de este domingo, alrededor de las 4:30 de la mañana, cuando los migrantes que durmieron en la plaza central, en dos albergues que instaló el ayuntamiento y en la parroquia de San Andrés Apóstol que recogieron sus pocas pertenencias, y sin probar alimentos avanzaron decididos caminando. Ni el intenso calor, ni el hambre, ni la sed los detuvo.
Pero el éxodo no termina. Cada media hora, señalan las autoridades municipales de Ciudad Hidalgo, se registra el cruce de centroamericanos. “Vienen en grupos de 30 a 50 personas; son familias enteras, muchos campesinos con sus hijos”, revela en entrevista un funcionario local.
De las nueve de la mañana al medio día, la alcaldía documentó el ingreso de dos mil personas, los que llegaron al albergue, pero “nada mas comieron, y se fueron”, para alcanzar al grupo mayoritario.
Este segundo grupo que salió de Ciudad Hidalgo a las 4:30 de la tarde caminó sin descanso sobre la carretera bajo un torrencial aguacero.
Varados en el puente
Otro grupo de tres mil personas, según registro de un funcionario de la Organización Internacional de las Migraciones, permanece acampando en el puente internacional Rodolfo Robles, esperando ingresar legalmente a México. El Instituto Nacional de Migración da prioridad a mujeres que vienen con sus hijos menores.
Muchos hondureños prefieren permanecer a la intemperie en la plaza central de Tapachula que ir a descansar a los albergues habilitados por el gobierno federal y estatal, porque aseguran que los “va a encerrar por tiempo indefinido”, además de que son fichados y los datos son enviados a los Estados Unidos, afirmó Denis Omar Contreras, uno de los líderes de la caravana.
Denis que llegó desde Tijuana donde reside para apoyar a sus paisanos, expuso: “Muchos necesitamos refugio, pero lo que hace México es engañarnos, no nos lo dará los documentos. Lo acabamos de vivir hace seis meses, nos engañaron en la otra caravana”.
“Lo que hace México es tenernos engañados y termina desesperándonos porque aquí no hay empleo, no tenemos una vivienda digna, muchas personas vienen si un centavo, venimos huyendo dejamos todo abandonado, casas, familias, todo. Salimos con lo que pudimos”, agregó.
Por ahora indicó Denis, las acciones de la caravana es recuperarse, y luego decidir avanzar hacia el norte, pero esto se definirá entre todos los migrantes de Honduras, El Salvador y Nicaragua, que se han sumado a la caminata.
“Vamos a decidir si dialogamos o si nos aceptan las autoridades de México para que nos den refugio político. Ahora vamos a descansar porque ya no aguantamos”,
El activista reveló que hace un par de días, cuando se encontraban en Tecún Umán, Guatemala, el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello y un “alto funcionario” del Instituto Nacional de Migración, llegaron al lugar para ofrecerles a los hondureños papeles, siempre y cuando tomaran los camiones que les ofrecían, pero “al llegar al albergue, el temor es que los encierren, como ha ocurrido con otras experiencias”, dijo Denis.
Dijo que haber llegado a Tapachula, “es un gran paso”, y demuestra a los inmigrantes que “están en Honduras, El Salvador y Guatemala, que ya dejamos la ignorancia; hay que rebelarnos contra los gobiernos porque no nos están gobernando, se están aprovechando de su poder y no han dejado solos. En Honduras, no tenemos seguridad, salud, educación, empleo, no tenemos gobierno”.
Un funcionario del migración reveló que en albergue habilitado en la Feria Mesoamericana brinda atención a 723 migrantes, 220 mujeres, 236 hombres, 140 niñas y 127 niños. La Marina – Armada de México instaló una cocina donde les ofrecen comida caliente. Para este lunes, esperan el ingreso de otras mil personas al refugio.