Luego de caminar 12 horas, los centroamericanos integrantes de la tercera caravana en su mayoría salvadoreños que partieron este lunes de Tapachula, llegaron al municipio de Huixtla, distante a 40 kilómetros.
Los salvadoreños apenas han avanzado 80 kilómetros por la costa de Chiapas, desde su ingreso a México el viernes 2 de noviembre por el río Suchiate. Los migrantes prefirieron no pedir aventones y mantenerse unidos para evitar detenciones de agentes de migración.
Heyman Vázquez Medina, defensor de migrantes y sacerdote de la localidad dijo que a diferencia de la primera caravana, la ayuda humanitaria para con los migrantes de la alcaldía del lugar, y de la población disminuyó.
“Las autoridades municipales de Huixtla ya no están dando apoyo; si nosotros, la parroquia y la sociedad civil no les llevamos comida, no comen”, señaló vía telefónica.
Por otro lado señaló que los traileros, ya no les están dando aventón, son pocos los vehículos que los llevan.
“La gente ya no quiere ayudar y se queja de que los migrantes dejan el parque sucio. Yo llevé mi camioneta llena de botellas de agua y no alcanza, es mucha gente; hace falta más solidaridad porque sólo la hubo con la primera caravana”, agregó el sacerdote.
De acuerdo a los cálculos de Vázquez Medina, la tercera caravana, que partió durante la madrugada de Tapachula, está conformada por alrededor de dos mil personas, hombres, mujeres y niños y como las anteriores se instalaron en el parque central de Huixtla para pasar la noche.
Segunda caravana
Por su lado, la segunda caravana, conformada en su mayoría por hondureños, salió esta madrugada de Arriaga hacia Tapanatepec, Oaxaca, informó David López, activista de la agrupación Pueblos sin Fronteras que los acompaña.
Durante el trayecto, un grupo de policías salieron al paso de los migrantes parando el tráfico, “algunos pensaron que los querían detener y intentaron apedrear a los policías, pero no pasó a mayores y continuamos hacia Tapanatepec”, informó David López, activista de la organización Pueblos sin Fronteras.