Por temor a ser agredidos por un grupo de hombres armados, dos mil indígenas tsotsiles de la comunidad Chavajebal, municipio de El Bosque se desplazaron a la cabecera municipal desde el pasado 25 de octubre; este 7 de noviembre otro grupo de personas fueron obligados abandonar sus viviendas.
Marcelo Pérez Pérez, sacerdote de Simojovel informó que solo a la casa parroquial de El Bosque han llegado a refugiarse una mil personas, por lo que dijo es urgente la ayuda humanitaria.
El párroco señaló que en la zona, la situación se agravó luego que fuera asesinado a balazos el anciano Mateo Jiménez Sánchez, cuyo cadáver permaneció tirado casi dos días, hasta que con la anuencia de la Fiscalía el párroco de El Bosque, el y un catequista, lo levantaron.
En un comunicado el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) aseguró que ha contabilizado a más de mil 700 personas “en situación de vulnerabilidad que requieren atención humanitaria y que se garantice su integridad para que retornen a sus casas en condiciones de seguridad”.
El Frayba manifestó que este lunes 12 de noviembre, su personal “documentó que en las montañas continuaban cerca de 500 personas desplazadas forzadas -niños y mujeres en su mayoría-, sin abrigo, techo, ni medicamentos. Entre ellas están cuatro mujeres embarazadas, una de las cuales dio a luz en la montaña”.
Explicó que de acuerdo a los testimonios levantados, el pasado 7 de noviembre, “sonó una detonación y luego se escucharon disparos. Las personas se dispersaron buscando refugio. Ante rumores de agresiones armadas, en el transcurso de esa noche se desplazaron forzadamente buscando senderos hacia la cabecera municipal, otras comunidades y hacia la montaña”.
Agregó el organismo: “la parroquia de El Bosque informó la mañana del 8 de noviembre que brindaba atención humanitaria”, pero que “hay otras personas desplazadas de Chavajebal en comunidades de los municipios vecinos de Chalchihuitán, Simojovel e incluso en San Cristóbal de Las Casas”.
El 10 de noviembre, “una comisión de la Pastoral Social de la Diócesis de San Cristóbal, visitó Chavajebal y encontró a 50 personas que no habían salido, entre ellas ancianas y ancianos, que luego se desplazaron también a la cabecera de El Bosque”.
El Frayba señaló que durante un recorrido por la comunidad de Chavajebal, constató que “las casas se encuentran abandonadas sin daño alguno y en los corrales algunos animales han muerto, pero no hay saqueos”.
El organismo fundado por el obispo Samuel Ruiz García, exigió al Estado mexicano “garantizar las condiciones para detener la escalada de violencia en la comunidad de Chavajebal; privilegiar el diálogo y la conciliación entre las partes para la resolución del conflicto.
Asimismo, investigar imparcial y eficientemente de los hechos que derivaron en el desplazamiento forzado de casi 2 mil de personas, atender la situación de crisis humanitaria acorde a los Principios Rectores del Desplazamiento Interno Forzado de la Organización de las Naciones Unidas y proteger los derechos de Pueblos Originarios en situación de vulnerabilidad.