Desplazados tsotsiles y tsetsales de los municipios de Chenalhó, Zinacantán y Ocosingo, cumplieron cuatro días en la “caminata de pies cansados”, desde San Cristóbal de las Casas a la capital del estado para exigir retorno a sus hogares, reparación de sus viviendas, restitución de tierras de cultivo y castigo a los agresores.

Los aproximadamente 370 indígenas que en diferentes fechas por motivos políticos y agrarios el lunes iniciaron la marcha, exigen el cumplimiento de minutas firmadas con autoridades estatales, acordaron descansar este día en el kilómetro 16 de la carretera de cuota y continuar el viernes, informó su asesor Diego Cadenas Gordillo, director del Centro de Derechos Humanos Ku’untik.

“El gobierno tiene interés de que se suspenda la caravana, pero los desplazados pretenden llamar la atención del próximo gobernador Rutilio Escandón Cadenas, y del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador para que se busque una solución”, señaló Cadenas Gordillo.

                                        

Dijo que los desplazados exigen en primer lugar ayuda humanitaria, porque “ya no tienen que comer, ya que el gobierno los tiene con puras promesas, pero no cumple”.

Refirió que los indígenas están viviendo en una casa que el gobierno de Chiapas renta en San Cristóbal de las Casas, mientras se busca una solución para su retorno, pero no hay respuestas. “Por lo que exigen el desmantelamiento de los grupos civiles armados, que sean detenidos sus agresores para que regresen en condiciones de seguridad a sus comunidades de origen”.

Diego Cadenas, destacó que desde el pasado lunes en que comenzaron la caminata varias personas se han solidarizado con los desplazados y les han dado ayuda humanitaria.

                                         

La “caminata pies cansados” podrían arribar a Tuxtla Gutiérrez, el próximo domingo y no el sábado como habían acordado, debido a que este jueves no caminaron por estar cansados.

La idea es instalarse en un plantón frente al palacio de gobierno, para demandar respuesta a sus demandas.

Por su parte, el Subsecretario de Operaciones Políticas de la Secretaria de Gobierno, Fernando Pérez Robles, dijo que los desplazados han rechazado ayuda humanitaria, servicios médicos e incluso apoyos económicos de empleo temporal.

El funcionario señaló que a través del Consejo Estatal para la Atención del Desplazamiento se han acordado mecanismos de atención a los grupos vulnerables de Chenalhó, Cintalapa, Ocosingo, El Bosque y Zinacantán, pero aseguró que los representantes han condicionado a que la ayuda sea entrega en efectivo. 

 

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