Fredy Martín Pérez

Acteal, Chis; 22 de diciembre.- Guadalupe Vázquez Luna, de 32 años de edad, sobreviviente de la masacre de Acteal, perpetrada el 22 de diciembre del 2017, pidió a la sociedad civil y la Iglesia católica a no dejarlos solos en su búsqueda en la construcción de “la otra justicia” que está “basada en la memoria”, mientras que “Las Abejas” consideraron que el Tren Maya es una iniciativa del “gran capital”. 

Al cumplirse 21 años de la matanza, en la que fueron asesinadas 45 personas, los familiares, sobrevivientes, conocidos, miembros de la sociedad civil “Las Abejas”, autoridades comunitarias, civiles y religiosas se reunieron Acteal, para recordar a las víctimas.

En la celebración religiosa, Guadalupe Vázquez Luna, que el 22 de diciembre de 1997, contaba con 11 años de edad, cuando integrantes de un grupo armado atacó militantes de Las Abejas, que oraban en este lugar, dijo que a 21 años de los hechos, “hemos transformado la lucha en resistencia” y en “construir la otra justicia, que es basada en la memoria”.

En el mausoleo donde descansan las 45 víctimas, este sábado el obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, presidió por primera vez, la ceremonia religiosa en Acteal. 

Fue al término de la misa, que presidió el obispo que Lupita tomó el micrófono para agradecer a Aguilar Martínez, que el año pasado asumió el cargo de obispo de San Cristóbal de las Casas, que haya llegado a Acteal, para reunirse con los sobrevivientes y familiares de la masacre. 

Guadalupe que cuando ocurrió la masacre tenía 11 años de edad, le pidió  a Aguilar Martínez, a que los acompañante a construir “con nosotros la otra justicia que estamos tratando de construir desde nuestros corazones, con la organización que nació con la Iglesia y el pueblo creyente, hace 26 años”.

Expuso que la organización civil “Las Abejas” no tiene líderes, “no tiene mando”, porque “nuestro rey es el Reino de Dios”, para que “este caminar será digno y humilde y de mucha fe; porque nuestros mártires murieron en ayuno y murieron creyendo en Dios”.

“Talvez muchos nos dirán que nuestra fe es absurda, porque la fe no nos salvó, pero ustedes como servidores de Dios, saben que la fe los salvó, porque sus cuerpos los tenemos sembrados aquí, pero han retoñado y han crecido; es semilla de nuestra organización”, expuso Vázquez Luna.

Agregó que el grupo armado pudo haber asesinado los cuerpos de sus hermanos y hermanas, “pero el espíritu no está muerto y hoy los sentimos presentes como cada mes, como cada año, que los tenemos presentes, desde nuestra memoria, desde nuestra conciencias, de nuestros corazones”.

La sobreviviente de la matanza, le pidió al obispo Aguilar Martínez, que no sea la primera vez que visite la comunidad Acteal, porque “necesitamos de la ayuda de Dios; necesitamos que ustedes servidores de Dios también nos acompañen, como Jesús nos enseñó que hay que estar con los pobres, con los humildes”. 

Rogó: “Entonces queremos pedirle que nos acompañe en este caminar que hemos iniciado hace 26 años (en la fundación de “Las Abejas”) y 21 años desde que ocurrió la masacre”.

La organización “Las Abejas” , por su parte, consideró que la construcción del Tren Maya, es un proyecto “de los grandes capitalistas”, por lo que preguntó: “¿Es necesario seguir saqueando los recursos naturales que los pueblos hemos defendido ancestralmente? ¿O a caso sus interés es el de seguir saqueando a nuestro país en complicidad con los gobiernos como la época del priismo?”.

En un comunicado que leyó un integrante de la organización, declararon que han pasado 21 años de impunidad, pero esto “nos ha traído muchos retos y obstáculos, pero también muchas enseñanzas y esperanzas”.

Después el obispo Rodrigo Martínez Aguilar, visitó el mausoleo donde descansan los 45 mártires, donde expuso que la “paz ha alcanzado a nuestros hermanos” que fueron masacrados el 22 de diciembre de 1997.

Ahí el prelado respondió a Lupita, quien había dicho que “la fe no la salvó” y consideró que la fe si la salvó a ella  y las 45 víctimas, porque esos hombres, mujeres y niños, “terminaron su vida en un acto de fe”, por eso, “yo anhelaría llegar al final de mi vida de esta manera. Aprendamos de ellos a vivir nuestra fe, especialmente en momentos difíciles”.

Después “Las Abejas” invitó a los asistentes a la celebración a comida.

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