Gabriela Coutiño 

Suchiate, México. 17 Ene.- El gobierno de México, informó  que el ofrecimiento de otorgar las tarjetas de “visitante por razones humanitarias” a migrantes centroamericanos “es una excepción, y solo es para esta caravana”, declaró la directora de Control y Verificación Migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM), Ana Laura Martínez de Lara.

La nueva caravana de migrantes llegó este jueves a la frontera entre Mexico y Guatemala. Los más de mil 700 integrantes aceptaron registrarse formando una larga fila humana para entregar sus documentos de identidad de sus países de origen y poder obtener la tarjeta que les permitirá tener empleo y servicios de salud básicos en territorio mexicano. 

Cientos de agentes migratorios fueron concentrados en el puente internacional Rodolfo Robles para atender la fuerte afluencia de centroamericanos que busca el acceso al país huyendo de la pobreza y de la violencia.

Martinez de Lara dijo que este jueves fueron entregadas 969 pulseras a igual número de personas que los identificará para que dentro de cinco días, les estén entregando las primeras tarjetas humanitarias. 155 son ciudadanos de El Salvador, 39 de Guatemala, 766 hondureños y nueve de nacionalidad nicaragüense. 

A los 969 migrantes registrados este día, se les sugirió regresar al parque central de Tecún Umán, debido a que las autoridades federales y del gobierno de Chiapas, aún no instalan el albergue que prometieron estaría listo en el estadio de esta localidad el cual contaría con servicios médicos, comida y regaderas. 

Ana Laura Martínez de Lara, aseguró que en el albergue que se instalará en breve, a los centroamericanos se les va a brindar información sobre los programas laborales a los que podrán acceder.

Dina Elizabeth Velázquez, una mujer de 30 años, oriunda del poblado La Maní en Comayagua, pero radicada en Tela Honduras, salió de su país para ayudar a su familia y a sus dos hijas menores que dejó con sus familiares para buscar una mejor oportunidad, descarta llegar a Estados Unidos, “si Dios me está dando una oportunidad de empleo, yo la tomo, en México”, dijo. 

Belkin Liliana González Hernández, originaria del municipio de Progreso en el departamento de Yoro Honduras, venía con la idea de llegar a Estados Unidos, a Nueva Orleans, donde tiene un primo al que pedirle ayuda a conseguir trabajo para ayudar a su familia y a una hija que dejó con su madre, pero la oportunidad que ofrece el gobierno mexicano no quiere despreciarla, porque asegura que en su país “ya no se puede vivir”.  

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