• El Fin del sueño americano

Tuxtla Gutiérrez, Chis 8 Mar.-  Los 23 migrantes guatemaltecos muertos y otros 33 que resultaron heridos al volcarse el camión en el que eran transportados por una carretera del municipio de Soyaló, habían salido de su país el pasado 4 de marzo e ingresado a México de manera irregular por la frontera de La Mesilla, informó el Fiscal General del estado, Jorge Luis Llaven Abarca.

De acuerdo al testimonio de los lesionados, luego de ingresar a territorio mexicano, fueron llevados al municipio  de Frontera Comalapa, pasaron por Comitán, San Cristóbal de las Casas, y posteriormente llegaron a Soyaló donde ocurrió el accidente, explicó el Fiscal en conferencia de prensa. 

El funcionario refirió que el camión tortón equipado con una caja seca donde viajaban los migrantes, era guiado por otro vehículo encargado de vigilar que no hubiese retenes de la policía. “Los migrantes refieren que el conductor quedó lesionado, pero fue auxiliado por los ocupantes del primer vehículo”. 

Señaló que la via donde ocurrió el accidente “es una carretera local para los municipios que allí convergen; los traficantes tratan de buscar rutas alternas para evadir los puntos de revisión que tenemos establecidos, los cuales nos han permitido solo de enero a la fecha rescatar a 521 migrantes, y se han detenido a 21 presuntos traficantes”.

Abundó que los traficantes de personas ingresaron a esa ruta, que conduce a la región centro probablemente para evadir los puestos de revisión policíaca – migratoria establecidos en la zona. 

El Fiscal afirmó que el gobierno de Chiapas apoyará de manera institucional a deudos y familiares de fallecidos y lesionados para que pueda ser repatriados a sus lugares de origen. 

El fin del sueño americano 

La primera en llegar al Servicio Médico Forense, fue Martha Cardona. Algo le decía que su esposo Roldan Alberto López Estrada, campesino de 27 años de edad nativo del municipio de San Antonio del Departamento de San Marcos, se encontraba entre los fallecidos. No se equivocó, su nombre era el único de la lista, el resto estaban como desconocidos. 

Roldán había llamado a su esposa para despedirse el jueves alrededor de las cuatro de la tarde. El accidente se registró dos horas después. “Yo no quería que se fuera, volví a decirle y le pedí que regresara, pero no me escuchó, se le había metido en la cabeza irse. El llevaba su identificación, también había escrito con un plumón su nombre en la suela de sus tenis”, dice Martha en medio del llanto.  

Martha añadió que su marido y un amigo habían pagado al coyote 87 mil quetzales. 

La noticia corrió como reguero de pólvora en la aldea Nicá del municipio de Malacatán San Marcos, de donde salieron la mayoría de los migrantes, todos jóvenes. Las familias que han llegado a Tuxtla Gutiérrez narran que unos se enteraron del accidente por las noticias en internet, otros fueron avisados vía telefónica y por mensajes. 

Catarino Cash, llegó a reconocer el cuerpo de su hijo Félix Cash a quien le faltaban unos días para cumplir los 18 años de edad y viajaba con varios amigos hacia la Unión Americana; Atlanta era su destino donde le habían prometido que le buscarían empleo. 

“Un muchacho llegó a la aldea a pedir personas, el viaja allá (a Estados Unidos), nos pidió dinero, 15 mil quetzales solo para llevarlo hasta la frontera, para pasarlo serían otros 10 mil dólares”, relata con lágrimas Catarino quien reconoce tendrá que pagar la deuda contraída.

Las familias recorren los hospitales de Tuxtla Gutiérrez, Chiapa de Corzo, Berriozabal y Acala donde fueron llevados los 33 heridos en busca de sus hijos, hermanos y primos.   

El campesino Abel Avelino López, también de la Aldea Nicá, busca a la novia de su hijo, Yesica Magdalena Pérez Gómez, quien viajaba en el camión buscando llegar a Atlanta, donde trabaja su hijo. 

Abel Avelino relata que su hijo había enviado a su novia dólares para que pagara el coyote. Con el accidente, sus padres no pudieron viajar para localizarla, porque no cuentan con recursos económicos, pero el la busca en la morgue y en los hospitales. 


Raúl Estrada, desde que se enteró del accidente emprendió el viaje desde el municipio de San Antonio en el Departamento de San Marcos hacia México. Entró por el puerto fronterizo de Talismán y viajó cerca de seis horas hasta llegar a Tuxtla Gutiérrez para buscar a su sobrino a quien encontró entre los muertos. 

Pero en un hospital encontró a su vecino, Emerson Estrada de 21 años, quien sobrevivió, pero tiene muchos golpes en la cabeza. 

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