Diálogo con el gobierno estatal, solicitaron estudiantes de la Escuela Normal Indígena Intercultural Bilingüe Jacinto Canek, cerrada el pasado 26 de agosto por acuerdo de las autoridades municipales y rurales de las 60 comunidades de Zinacantán, para tratar de encontrar una solución al problema.
En conferencia de prensa, demandaron que no se reduzca la matrícula de 90 a 80 alumnos para este ciclo escolar, porque ello dejaría fuera a 10 indígenas que ya aprobaron sus exámenes y pagaron la inscripción y otros derechos. Asimismo, plantearon la posibilidad de que la escuela sea reubicada, de preferencia en San Cristóbal de Las Casas, donde nació en el 2000.
Los alumnos rechazaron las acusaciones de que han realizado actos vandálicos, pintas, bloqueos carreteros y otras acciones que les acusan las autoridades de Zinacantán.
Explicaron que el pasado lunes 26 asistieron a la escuela para recibir clases, pero “nos encontramos con la sorpresa de que de 90 compañeros que ingresan cada año, la matrícula bajó a 80”.
Además “nos encontramos con que llegaron maestros expulsados el año pasado por el desvío de miles de pesos, y llevaron a otro director, por lo que los compañeros manifestaron su inconformidad y eso, que expresemos nuestra inconformidad, le dolió al municipio y a las autoridades estatales”.
Apoyados por alumnos de otras Normales, los normalistas advirtieron: “si no hay diálogo, haremos uso de nuestro derecho a libertad de expresión; ya replegamos a los compañeros para hablar con sus padres, pero en su momento se trazarán actividades a realizar”.
Los estudiantes aseguraron que las autoridades educativas no han cumplido con varios puntos firmados en abril, cuando se reabrió la escuela. “En abril regresamos con la ilusión de terminar la carrera y el gobierno se comprometió a hacer auditoría a los profesores que desviaban recursos, a contratar docentes de acuerdo con el perfil y proporcionar a maestros que cubran todos los cursos, pero no cumplió”.
Por su parte, el primer regidor del ayuntamiento de Zinacantán, Domitilo Martínez Pérez, descartó que haya posibilidades de que se reabra la Escuela.
Explicó que el pasado lunes, los integrantes del ayuntamiento acudieron a las 7 de la mañana a la escuela por invitación de las autoridades educativas par participar en el inicio de clases, “pero los estudiantes no quisieron aceptar al nuevo director ni a los docentes que porque todo era una imposición, y que ellos iban a escoger a sus profesores y al director, además de que no iban a respetar el acuerdo firmado en abril, provocando un problema socioeconómico en nuestro municipio, por lo que nos retiramos”.
Señaló que de inmediato “se convocó a los agentes rurales, ya que un día anterior se llevó a cabo una reunión donde se informó que iban a empezar las clases, pero los agentes fueron muy claros: nos dieron la indicación de que si seguían con las mismas acciones de antes, definitivamente se cerrara la escuela.
“Se informó a los agentes lo que había pasado, y ese mismo lunes dijeron: hasta ahí nomás, que la escuela se cerrara, por lo que una vez que se retiraron todos los alumnos, a las 18 horas, con la presencia del juez municipal, se le puso cadena al portón de la escuela quedando cerrada sin que alguien pueda ingresar”, manifestó.
Las autoridades municipales y agentes rurales de las 60 comunidades de Zinacantán aseguran que los jóvenes normalistas con sus protestas empañan la imagen del municipio dedicado al cultivo de flores, el turismo y las artesanías, por lo que determinaron cerrar definitivamente la normal en la cual estudian 355 indígenas de 9 de las 12 lenguas originarias existentes en el estado.
Apenas en abril de este año, el plantel fue reabierto con la intervención de la Subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, luego de que fuera cerrado por las autoridades municipales por los actos vandálicos de los normalistas.
Entonces, los jóvenes se comprometieron a no realizar mas eventos violentos, pero las autoridades Zinacantán los acusan que no cumplieron.