La situación en la UNACH es clara. Es una universidad insolvente, y obligada por la Subsecretaría de Educación Superior de la SEP a apretarse el cinturón y a sanear sus finanzas.
Pero olvídese usted que la deuda es estratosférica y que el ahorro de las medidas de austeridad, a fin de año en poco impactará en su saneamiento.
Piense a nivel macro, ¿Qué pasa durante una crisis nacional?. Aumentan los precios, los salarios se congelan y los impuestos aumentan.
¿Y los culpables de la crisis? ¿Ha visto a un presidente o a un Secretario de Hacienda en la cárcel por el mal manejo de la política económica?
Lo mismo pasa en una institución. Si está en crisis, lo mejor es desaparecerla. Si políticamente no es conveniente, sus trabajadores son los que cargarán con el costo de la crisis. Pero, ¿Y los culpables de la crisis?
En el caso de la UNACH es posible rescatarla financieramente, pero en la práctica su deudor solidario, es decir el gobierno del estado, no lo ha hecho.
Entonces ¿Qué puede hacer?. Que las autoridades vayan por las prestaciones sociales que contienen los contratos colectivos de trabajo.
Hoy la UNACH es una institución que tiene a su comunidad docente en un dilema; al apoyar a las políticas del Rector, estará apoyando al “enterrador” de las conquistas laborales.
Si decide apoyar a la planilla no reconocida por las autoridades laborales, estará avalando a un grupo decidido a continuar con el control sindical.
En ese escenario ¿Quién defiende o defenderá las conquistas laborales? ¿Cuáles son las propuestas para conservarlas en un escenario de deudas estratosféricas? y también ¿Dónde queda la transparencia y la rendición de cuentas universitarias? ¿Quiénes fueron los culpables de la crisis unachense?.
Pero eso no es todo en la universidad más grande de Chiapas. La UNACH ya reconoció el problema de la “Estafa Maestra”. Las autoridades dicen “el esquema de la estafa no existió en la UNACH porque no se triangularon recursos”.
Sin embargo; los informes de auditoría dicen que los recursos se ejercieron sin que a la fecha se puedan comprobar, por lo cual se integró una carpeta de investigación en la Fiscalía General de la República.
En consecuencia, la realidad está del lado de las autoridades fiscalizadoras, hay un faltante financiero que la UNACH en su momento no puede comprobar. Por eso falta que la UNACH transparente a la sociedad a la que se debe; la situación actual sobre ese tema de alcance nacional. Falta que la UNACH denuncie también a los culpables de esas irregularidades.
La denuncia contra el líder del STAUNACH
Otro tema que ahoga a la UNACH son los cacicazgos, pero tal parece que la base trabajadora ya está harta de ellos. Un caso específico observado universitario es el Sindicato de Trabajadores Administrativos (STAUNACH).
Como lo demuestra el siguiente oficio, la Unidad de Combate a la Corrupción de la Fiscalía General del Estado recibió el diez de julio de este año una “denuncia de hechos” que relata que el líder del STAUNACH ha presentado un “incremento desproporcionado en sus bienes”.
La denuncia de los miembros del STAUNACH escaló hasta la Presidencia de la República, la cual a la petición de justicia le otorgó el folio 20190524GOCF2A.
La denuncia contra el líder del STAUNACH es porque el sueldo que detenta es de poco más de 9 mil pesos. Lo cual dice la base trabajadora del sindicato administrativo, no corresponde de ninguna manera a su nivel de vida.
Solo para la operatividad del STAUNACH, las autoridades universitarias correspondientes le han asignado en 9 años, casi 107 millones. De esos recursos otorgados, no existe transparencia ni rendición de cuentas.
La falta de transparencia y rendición de cuentas no es el único caso en el STAUNACH. También la “eterna” permanencia en el cargo de su líder representa un problema puesto que a la denuncia por “enriquecimiento ilícito” se le suma otra más por la ilegalidad de su permanencia en el cargo. Los estatutos no permiten la reelección.
Limpiar a la UNACH, transparentar sus procesos financieros, detener la impunidad escudada en la autonomía para impulsar el diálogo son los caminos para que la máxima casa de estudios de Chiapas salga de la insolvencia. ¿Por qué no lo hacen? ¿Por qué la comunidad se ocupa más de los ataques personales y no de las propuestas?
Urge una salida la crisis universitaria y en las actuales condiciones eso no se puede. Si esas condiciones prevalecen entre la comunidad trabajadora de esa institución, poco falta para que los estudiantes también alcen la voz y entonces todo será más complicado.