Patricia Chandomí
Tuxtla Gutiérrez, Chis. En un juicio de más de 8 años, Jordan ha contado con la protección de la jueza del tercer juzgado de lo familiar, Graciela Alcázar Castañón y la abogada, Ana Guadalupe García Caballero, ex jueza y Magistrada, que lo han favorecido para retener a sus hijos menores de edad.
Hace 8 años, Jordán Ramírez Méndez, sustrajo a sus hijos menores de edad, de Guadalajara, Jalisco. Consiguió una custodia provisional de tres días que se han convertido en 8 años sin que los menores de edad puedan ver a su madre.
La madre, Cristina Liliana Fuentes Tovar, denunció que lleva 8 años sin sentencia “no me han dicho la razón por la cual me quitaron a mis hijos, mi ex esposo declaró que yo era muy mala madre porque trabajaba todo el día, y porque no sabía ni lavar ni planchar, yo tenía una clínica veterinaria porque él no conseguía trabajo, pero encima de llevar dinero a la casa quería que estuviera en la casa atendiéndolo”, señaló.
El caso de Cristina está en el Tercer juzgado de lo familiar a cargo de la jueza Graciela Alcázar Castañón, quien por sus antecedentes de otros casos donde ha favorecido a los padres, incumple lo establecido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en su sentencia 5999 que obliga a impartir justicia con perspectiva de género.
“En una audiencia que duró 30 minutos sin psicólogo ni tutor, la jueza Graciela Alcázar, y la licenciada del papá de mis hijos, Ana Guadalupe García Caballero y el papá de mis hijos, determinaron que no era apto que yo viera a mi hijo”, señaló.
Negligencia en cuidados
A los 5 años de edad, la hija retenida por Jordan desarrolló diabetes tipo I; el padre perdió el glucómetro (aparato que mide los niveles de azúcar en la sangre), le da a ingerir bebidas azucaradas y no tiene la bitácora de las inyecciones de insulina, de tal suerte que la niña ha estado tres veces internada con convulsiones.
Su madre, Cristina, ha solicitado atención especializada de otros médicos ya que teme por la vida de sus hijos, pero el padre, a través de amparos ha logrado impedir que la niña sea revisada por especialistas en la materia, y tampoco la lleva a su control médico cada 6 meses.
La niña fue sustraída de casa de Cristina a los 2 años y 11 meses, actualmente tiene 11 años.
Cristina lleva 8 años luchando por sus hijos. Existen valoraciones psicológicas que comprueban la alienación parental de los niños, sin embargo, Jordan ha llegado a demandar por la vía penal al personal especializado que se atreve a comprobar el maltrato de los niños, pero en opinión de Cristina, el poder judicial de Chiapas, no tutela el bien superior de la infancia.