Familiares, amigos y compañeros de lucha  dieron el último adiós al dirigente nacional de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala-Movimiento Nacional ( CNPA- MN), el chiapaneco  Francisco Jiménez Pablo, fallecido la noche del pasado sábado en la Ciudad de México.

El  líder campesino de 55 años, fue sepultado este jueves en el panteón municipal de la capital chiapaneca al término de un homenaje de cuerpo presente, realizado por dirigentes e integrantes de la CNPA-MN, afuera del palacio de gobierno.

“Francisco Vive”, “ La lucha sigue, sigue”, unos 350 integrantes de CNPA-MN  y del Movimiento Campesino Regional Independiente ( MOCRI) marcharon del monumento a la Diana Cazadora, en el oriente de la ciudad, a la plaza central donde se congregaron para recordar la trayectoria política – social al lado de las organizaciones.

Alberto Galindo  García, integrante de la Comisión Ejecutiva del la CNPA-MN  recordó los orígenes de las  luchas ejidales de Jiménez Pablo en 1989 en la zona de Marqués de Comillas, en la selva – fronteriza de Chiapas.

La etapa de 1991 cuando defendía los intereses de las comunidades y las persecuciones emprendidas en su contra por el gobierno del  entonces gobernador  Patrocinio González Garrido. Ese año recordó, cuando participaba en una marcha a la Ciudad de México, Francisco fue “desaparecido y torturado” y liberado una semana después.

Cuatro años después  fue nuevamente aprehendido en una manifestación en el municipio de Playas de Catazajá, y liberado poco después.

En 2010 durante la administración de Juan Sabines Guerrero, el fallecido líder de CNPA-MN fue detenido por tercera ocasión, y enviado a la cárcel de máxima seguridad en Nayarit; fue liberado casi tres años después.

En agosto de 2017 en el municipio de Ocozocoautla, fue asesinado a balazos otro de los hermanos, Andrés Jiménez Pablo, dirigente de MOCRI – Emiliano Zapata,  cuando encabezaba ocupaciones ilegales de  predios en esa región del centro de Chiapas.

El deceso por muerte natural de Francisco Jiménez Pablo se suma a la de su hermano Noé Jiménez Pablo, uno de los dirigentes regionales de MOCRI-CNPA-MN, asesinado en enero de 2019 en el municipio de Amatán cuando exigía la destitución del alcalde Manuel Carpio Mayorga (Morena).

El cuerpo de Noé y del integrante de la organización, José Santiago Gómez Álvarez, apareció tirado en el basurero de la cabecera municipal, con el rostro desfigurado y  señales de tortura, denunció el MOCRI-CNPA-MN.

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