Luego de un intento fallido por dirigirse primero a la Ciudad de México donde exigirán hablar con el presidente Andrés Manuel López Obrador, resuelva su situación migratoria, y posteriormente al norte en busca de llegar a Estados Unidos migrantes africanos, retornaron a Tapachula y volvieron al campamento en el exterior de la Estación Migratoria Siglo XXI.
El sábado, antes del amanecer, unos dos mil migrantes, hombres, mujeres niños y niñas, provenientes de países de África, del Caribe y de Centroamérica partieron de Tapachula, donde habían permanecido varados tratando de conseguir visas para transitar por territorio mexicano.
Después de caminar 36 kilómetros, cientos de policías y agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Guardia Nacional, los rodearon tapándoles el paso, persuadiendolos para que se subieran a los vehículos para llevarlos de regreso a Tapachula.
El Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, dijo que se trató de una “cacería humana” y señaló que las autoridades en “un ejercicio de crueldad”, esperaron hasta que los migrantes estuvieron agotados para forzarlos a subir a las camionetas.
“Estamos de nuevo acá en el campamento para intentar legalizarnos”, dijo un migrante de Angola quien narró que durante el operativo logró escapar, se perdió entre la maleza hasta que encontró las vías del tren, las que siguió hasta llegar a Huixtla y posteriormente a Tapachula.
Sus padres dijo, no corrieron la misma suerte y fueron asegurados por los policías. Afuera del inmueble del INM muchos esperaban reunirse con sus familiares.
Ahora que retornaron al plantón los africanos considerarán las opciones de legalización de estancia en México, las cuales habían rechazado hasta ahora.