La Red de Familias Víctimas de Feminicidios, conformada por madres, padres, hermanas e hijos chiapanecos se reunieron por primera vez en esta ciudad, donde montaron un memorial para honrar a sus familiares  y recordar a las autoridades que falta mucho por hacer en el tema de violencia de género.

“Quiero decirlo fuerte, que se escuche hasta donde se tenga que escuchar: no nos vamos a detener, no vamos a callar, no vamos a dejar de salir a las calles o de manifestarnos a las afueras de las instituciones; no vamos a dejar de dar entrevistas, no vamos a dejar por ningún motivo que la muerte de nuestras hijas quede impune”, dijo Juan Antonio Escobar Moreno, padre de la menor Maricarmen Escobar López, asesinada en 2016 en el municipio de Pijijiapan por Felipe de Jesús Chanlaty Albores, liberado el 15 de mayo pasado por la justicia federal. 

De acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública del 2015 al 2019, el estado de Chiapas se coloca en el tercer lugar nacional con mas feminicidios de menores de edad. 

Foto: Raúl Vera

En este Primer Encuentro de la Red de Familias Víctimas de Feminicidio, las heridas hablaron. Las familias colocaron un altar para recordar a sus hijas y el resto de mujeres que han sido asesinadas. 

Escobar Moreno manifestó que el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, el Fiscal general Jorge Luis Llaven Abarca, el presidente del Tribunal de Justicia del Estado, Juan Oscar Trinidad Palacios, los tribunales federales y el presidente Andrés Manuel López Obrador, tienen una deuda pendiente con cada una de las familias de víctimas de feminicidios.

Al hablar por las familias, dijo que ya no quieren más carpetas de investigaciones sin perspectiva de género, “ya no más impunidad, no más liberaciones de feminicidas, no más puertas cerradas para las familias víctimas, no más oídos sordos de las autoridades, no más violaciones a sus derechos”.

Foto: Raúl Vera

“Y no, no voy aceptar que me digan que el feminicidio de mi hija o el de otras familias no fue en esta administración; porque muchas de las liberaciones de feminicida si lo son. Señor gobernador, queremos que nos escuche. Que conozca quienes fueron nuestras hijas, que conozca los casos, pero sobre todo que exista justicia. Nos las deben”, expresó.

Señaló que el encuentro de familias víctimas de feminicidio, es “para reconocernos y abrazarnos, para tomar el micrófono y contar los errores y omisiones en las investigaciones de los feminicidios de nuestras hijas, pero también sobre los riesgos y amenazas que vivimos a diario”.

En el encuentro se exhibió el dolor por los crímenes sin resolver

Doña María Antonia Jiménez, con lágrimas narró que su hija María de la Luz Vázquez Jiménez, de 28 años, fue estrangulada en agosto pasado en San Cristóbal de las Casas por su ex pareja. Relató que aunque el feminicida está preso, su temor es que como otros casos que hay, le den una sentencia mínima o salga libre por fallas en el debido proceso. 

Foto: Raúl Vera

Al encuentro también acudió María Fernández Jiménez, madre de Esveydi, asesinada por su pareja el 6 de agosto del 2017 en Ocosingo.

La mujer narró entre lágrimas que durante dos años recorrió diversas instituciones exigiendo justicia; al final al asesino de su hija le dieron una sentencia de 25 años de cárcel, algo que para ella es una burla, tomando en cuenta que en el sistema carcelario, los internos hacen la mitad de la condena. 

“No hay castigos severos, les dan una sentencia mínima para que luego por buen comportamiento salgan a la mitad de la sentencia”, cuestionó. 

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