La XV edición de la “Caravana de Madres Centroamericanas de Migrantes Desaparecidos 2019” arrancó hoy en México con la participación de 45 mujeres y cinco hombres familiares de indocumentados que recorrerán cinco mil kilómetros en busca de pistas de desaparecidos. 

La caravana, organizada por el Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), entró por el puerto fronterizo de Talismán en el municipio de Tuxtla Chico Chiapas, para recorrer algunas de las principales ciudades de mayor movilidad migratoria, por las que pasan los migrantes centroamericanos para alcanzar la frontera norte. 

Del 15 de noviembre al 3 de diciembre, la caravana recorrerá 13 estados de la república mexicana que forman parte de la ruta migratoria para buscar a los desaparecidos y sensibilizar a la sociedad mexicana y a las autoridades sobre el drama que sufren las miles de personas que atraviesan México cada año en busca de un futuro mejor.

La Caravana atravesará la “Ruta del Golfo”, hasta llegar a Monterrey, donde se tiene previsto uno de los cuatro encuentros entre una madre con su hijo.  “Son personas que localizamos en el transcurso del año y que invitamos a las madres que vengan para que puedan reencontrarse, porque de otra manera no podrían verse”, explicó Martha Sánchez Soler, dirigente del MMM.

Foto: Raúl Vera
Foto: Raúl Vera

Desde hace 15 años, el Movimiento Migrante Mesoamericano organizó a un grupo de mujeres para lanzarse en la búsqueda; de allí surgió la Caravana de Madres Centroamericanas, un movimiento emergido de la frase: «del dolor nace nuestra lucha”, “desde entonces se han localizado a 310 migrantes hombres y mujeres, muchos mas que todo el gobierno que no ha localizado a ninguno”, afirmó en entrevista Martha Sánchez Soler. 

“Los migrantes desaparecidos en México son muchísimos; hay cálculos entre 70 mil y 120 mil desaparecidos; muchos están en fosas comunes, otros en fosas clandestinas, otros en las morgues y otros andan escondidos en algún lugar de México haciendo sus vidas mas o menos normales, trabajando, pero que no han podido volver a tener comunicación con sus familiares”, indicó Sánchez Soler. 

La dirigente del Movimiento Migrante Mesoamericano señaló que muchos son los factores del porque los migrantes pierden contacto con sus familiares, “unos porque cambiaron todos los códigos telefónicos; sigue siendo gente muy marginada, gente muy pobre, muy temerosa porque no tienen documentos, no es fácil que ellos puedan, tampoco la opción de regresar es válida para ellos, entonces están un poco atrapados entre dos mundos, el mundo que están construyendo y el mundo que dejaron atrás”.

Con las caravanas de madres, destacó la activista, “algo se está haciendo y tenemos éxito relativo, y seguimos luchando porque nuestra lucha es que cambien las circunstancias que los obligan a que estas cosas suceden , que cambien las circunstancias en sus países para que no tengan que abandonarlos por peligro inminente a sus vidas, muertos por hambre, o por los cambios climáticos, hay las sequías por todos lados y sus fuentes de ingreso desaparecieron, o porque los desarrollos modernos, los grandes proyectos les arrebatan hasta sus tierras”.

La búsqueda de las madres consiste en visitar cárceles, visitar albergues para migrantes, además que en las plazas publicas exponen fotografías de sus rostros para encontrar algún indicio que las lleve a encontrarlos.  

La caravana es auspiciada por el Movimiento Migrante Mesoamericano con respaldo de una red de organizaciones humanitarias de México y de otros países. 

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