Ciudad Hidalgo, Chis, 21 Ene.- Un grupo de 500 migrantes integrantes de la llamada de la Caravana 2020 de Centroamericanos pasaron la noche en la ribera del Suchiate en el lado mexicano, en un plafón de arena que se forma cuando el río baja de nivel en la temporada de sequía.
Los centroamericanos, que ayer intentaron ingresar en estampida a México tras cruzar el afluente frontera natural entre México y Guatemala, decidieron quedarse en el lugar y no regresar a Tecún Umán, Guatemala, algunos instalaron pequeñas casas de campaña.
Insistirán con las autoridades mexicanas para que se compadezcan de ellos y los dejan pasar, dijo Jorge Hernández un hondureño que muestra su “tarjeta por razones humanitarias” que le fue expedida el 19 de enero de 2019 por el Instituto Nacional de Migración, y que tiene una vigencia de un año. La tarjeta se le vencerá en una semana, pero las autoridades le negaron el acceso.
“Uno tiene familia, yo fui a verlos, pero ya no me valen la tarjeta que me dieron hace un año”, relata con impotencia.
En la frontera también como centinelas permanecieron elementos de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración para impedir que los migrantes quisieran internarse en la madrugada.
En la ciudad guatemalteca de Tecún Umán otros cientos de centroamericanos que fueron contenidos con gases lacrimógenos y gas pimienta por los militares ayer cuando intentaron irrumpir en masa, decidieron retornar al poblado de Tecún Umán para descansar en la Casa del Migrante y el albergue habilitado por autoridades. Organizaciones de la iglesia católica y evangélica del lugar les brindan alimentos calientes.
Un agente funcionario de migración aseguró que la instrucción es clara de no permitirles el paso. Y se les seguirá convenciendo que pueden acogerse a los procedimientos que establece la ley mexicana en materia migratoria.
La mañana del lunes, miles de centroamericanos de la Caravana 2020, se lanzaron a cruzar por el río Suchiate, soldados de la Guardia Nacional los repelieron con gases lacrimógenos; los migrantes les aventaron piedras.
Cientos lograron atravesar el cerco militar y se enfilaban hacia Tapachula pero sobre la carretera en otro operativo fueron asegurados. Este martes serán deportados en un avión de la Guardia Nacional a Tegucigalpa, Honduras.