Un “llamado urgente” a los gobiernos de México y de los países de Centroamérica para garantizar los derechos humanos de migrantes, ya que “cientos de ellos han sido abandonados en la frontera sur”, sin las medidas sanitarias para evitar posibles contagios de Covid-19, hizo el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur)

“Cientos de personas migrantes, sobre todo centroamericanas que han sido aseguradas por el Instituto Nacional de Migración (INM) en el centro y norte de México o deportadas de Estados Unidos, están enfrentando en este momento abandono y rechazo, lo que los expone a crecientes riesgos”, señaló en un comunicado. 

El INM está trasladando a los migrantes centroamericanos en autobuses a la frontera de México con Guatemala, país que cerró sus fronteras desde hace casi un mes para extranjeros y ahora, a sus propios connacionales.

“El nivel de control formal e informal de las fronteras para blindarse e impedir la entrada de personas, es algo sin precedentes en la región”, destacó.

El Colegio de la Frontera Sur, sostiene que “las autoridades mexicanas lo saben, pero continúan realizando los traslados de personas hasta el límite fronterizo, dejándolas a su suerte para que busquen la manera de regresar a sus países” de origen.

“Algunas intentan volver a sus casas por los cruces fronterizos informales y otras, al no poder ingresar a Guatemala, se mueven por las localidades fronterizas mexicanas buscando un lugar para descansar y tratar de conseguir algún recurso para comer o beber, pero su presencia ha provocado reacciones de rechazo, a veces violentas, de un sector de la población local que, frente al miedo de un posible contagio, les han increpado, denunciado y agredido”.

Ecosur subrayó que “la situación se ha tornado peligrosa para las personas migrantes. El gobierno mexicano, que había implementado y después desatendido esta situación de traslado, tuvo que intervenir con la Guardia Nacional y enviar autobuses para llevarse a las personas migrantes, cuya integridad física corría peligro, a las afueras de Tapachula, sin brindarles ningún tipo de ayuda ni de asistencia para que puedan sobrevivir”.

Por otro lado destaca que la mayoría de los albergues que apoyan a migrantes se encuentran cerrados debido a la emergencia sanitaria, lo que se suma a la situación de precarización de la población migrante, que en su mayoría no tiene documentación migratoria o está a la espera de ella, en particular en la región del Soconusco,.

“Muchas de estas personas están inmóviles, ya sea por obstáculos que les impiden seguir o llegar a su destino o porque perciben que si continúan moviéndose el riesgo puede ser mayor y, por tanto, se quedan en una inmovilización estratégica”.  

El Ecosur aseguró también que el INM “está expulsando migrantes de la Estación Migratoria Siglo 21, de Tapachula, argumentando que están rebasados en su capacidad de atención, pero no ha implementado medidas de prevención de salud en esta contingencia, para quienes están en las estancias migratorias, ni para quienes son trasladados en autobuses desde otros lugares para su deportación a diversos países de Centroamérica”. 

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