Las iglesias contarán con tapetes sanitizantes, gel antibacterial, termómetro y cubrebocas.

El Obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón informó que las iglesias católicas de los 28 municipios de la Costa, Sierra y Soconusco, podrán reanudar sus actividades a partir de este sábado cumpliendo con las medidas sanitarias para evitar contagios de Coronavirus.

Sin embargo, en una circular, el Obispo Calderón dijo que los párrocos de cada iglesia podrán establecer una fecha posterior del reinicio de sus actividades, si así lo consideran necesario, la cual deberán informarlo a su propia grey.

El prelado, llamó a los fieles católicos a ser responsable con el cuidado de la salud en los espacios litúrgicos, y consideró que la actual situación muestra una nueva manera de vivir y no una nueva normalidad.

“Hemos podido advertir que ya existen condiciones más favorables de salud; superada la etapa más crítica de la emergencia sanitaria, que nos permiten que reiniciemos el servicio pastoral, pero que debe ser en el espíritu de un compromiso responsable de una reapertura sana, gradual y ordenada del culto y de los espacios pastorales”.

Las iglesias contarán con tapetes sanitizantes, gel antibacterial, termómetro y cubrebocas. Además que las bancas serán señalizadas y dispuestas de tal forma que favorezca la sana distancia entre las personas, entre otras medidas de protección.

El Obispo dijo que por las diferencias políticas respecto a la pandemia, se haya dificultado decidir el momento de la reapertura ya que desde principios de Julio pretendía realizarse.

“Esta crisis ha puesto a nuestra sociedad de frente a disyuntivas económicas, sociales y políticas, y no precisamente sanitarias”.

Señaló que la pandemia trajo consigo una crisis humanitaria de salud que ha causado dolor, sufrimiento y muerte; además que evidenció un estilo individualista y egoísta de la sociedad en que vivimos.

Calderón Calderón confió en que la fe puede hacer diferencia al aportar de manera decidida y conjunta lo que define su esencia, la caridad hecha vida en familia, y que puede ayudar a construir de manera corresponsable una sociedad más humana y cristiana.

“No se puede pretender y creer ilusamente que las soluciones sólo vendrán de las autoridades competentes o de algún sector de la sociedad. El problema es de todos y, por lo mismo, la solución a este mal que nos aqueja, y todo lo que ha evidenciado, es también de todos. Hay que caminar y caminar juntos”, apuntó.

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