Tuxtla Gutiérrez, Chis. 23 Agos.- Para la Organización Sociedad Civil Las Abejas el conflicto entre el municipio de Aldama y el ejido Santa Martha, perteneciente a Chenalhó, que se disputan 60 hectáreas desde hace 45 años, “es consecuencia directa de la impunidad de la guerra de contrainsurgencia en Chiapas” y de la masacre de 45 indígenas en Acteal el 22 de diciembre de 1997.

“Como en la era de los gobiernos priistas y panistas, el gobierno de la cuarta transformación crea y administra conflictos que parezcan intercomunitarios, con el objetivo de romper el tejido social y comunitario de los pueblos originarios, con la finalidad de imponer” los megaproyectos, afirmó en un comunicado

Las Abejas sostienen: “que el conflicto entre Aldama y Santa Martha es consecuencia de la impunidad, porque hemos dado a conocer en varios comunicados, que los paramilitares que participaron en el robo de pertenencias y quema de casas de las bases del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y de los miembros de Las Abejas de Acteal, así como en la masacre de 45 mujeres y hombres, más 4 no nacidos, nunca recibieron un castigo completo, sino que al contrario, se les premió por matar”.

Esa es la lógica dicen los sobrevivientes de la masacre, del “por qué la semilla de la violencia en Chenalhó y en otros lugares de Chiapas, sigue creciendo y tanto las fiscalías como los jueces, siguen encubriendo a cualquier criminal al servicio de los intereses de los ricos y de las políticas desestabilizadoras hacia los pueblos organizados y en resistencia a los megaproyectos de muerte”.

Destacan que las armas que los paramilitares usaron en Acteal, nunca fueron decomisados; al contrario, “en Chenalhó, las mismas autoridades municipales, estatales y federales, han permitido la violencia usando armas como medio de arreglar cualquier diferencia política e ideológica y prueba de ello es que el pasado 19 de agosto, un grupo armado (de Santa Martha) envió un mensaje a través de un video”.

En esa publicación, reflexionan Las Abejas, ellos mismos se están exhibiendo con sus armas de uso exclusivo del Ejército, parecidas a las que usaron los paramilitares del 22 de diciembre de 1997 en Acteal. Por eso es fundamental tener memoria. Ya se ha dicho: Un pueblo sin memoria, está condenado a repetir los mismos errores y a ser sometido por los poderosos y amos de la muerte”.

Ante “la escalada de violencia resurgida en Chenalhó, donde se repiten los mismos patrones y tácticas de terror y de muerte, como antes de la masacre de Acteal, la agrupación tsotsil cuestionan al presidente Andrés Manuel López Obrador y al Subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas:

“¿Creen que los ‘acuerdos amistosos’, son las herramientas eficaces en los casos en los que niñas y niños, ancianos y ancianas, mujeres y hombres en Aldama y Santa Martha, están pasando frío, hambre hasta incluso están al borde de la muerte?”.

“Nosotras y nosotros, sobrevivientes y familiares de las víctimas de la masacre y la Organización de Las Abejas de Acteal, queremos que haya una justicia y paz verdaderas en los pueblos de Aldama y Santa Martha, como en otras partes de México y del mundo”.

A los pobladores de Aldama y Santa Martha Chenalhó, les expresan que “los conflictos y diferencias internos existen de por sí, pero también existen métodos pacíficos que nos llevan a una solución verdadera. El que resuelve algún conflicto con odio y con armas y cree que matar a su prójimo es la solución, no tiene la capacidad de conciencia y respeto así mismo”, por lo que los invitó “a recapacitar porque el odio destruye”.

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