El río Amarillo de San Cristóbal de las Casas parece haberse tragado a la niña tzotzil Celina «N», luego de cinco días de búsqueda infructuosa sin la menor señal de su hallazgo.
Desde al alba y hasta que cae la noche, los rescatistas buscan el cuerpo. Lo hacen «palmo a palmo», entre arbustos y piedras, bajo los puentes, a lo largo de los 10 kilómetros del afluente de su ruta que atraviesa la ciudad colonial en los Altos de Chiapas.
El esfuerzo no desmerece, se centra en las márgenes y los caudales. A bordo de una lancha inflable las brigadas han recorrido 10 veces el afluente. El lunes cuando la menor cayó a las aguas buscaron toda la noche con la esperanza de encontrarla.
Los encargados del operativo recorren por tierra y se meten a las aguas apoyados con rastrillos arañas, barretas, picos, palas, lianas, lámparas y equipos acuáticos. Buscan incesantes entre las raíces, los arbustos y recovecos del río que en algunas zonas alcanza los tres metros de profundidad.
Se introducen y verifican en los espacios lacustres, pero las aguas parecen haberse tragado a la niña de 8 años, originaria de Chenalhó que residía con su familia en San Cristóbal de las Casas, dedicada a la venta de frutas y verduras en el mercado José Castillo Tielemans.
En la búsqueda se involucran voluntarios, vecinos que viven en las cercanías del río y familiares de la menor.
Pablo Ramón Reyes Aguilar, director de Protección Civil Municipal de San Cristóbal de las Casas informó que en el despliegue participan 16 elementos de rescate integrados en dos células o grupos de atención de contingencias naturales.
El personal de Protección Civil Municipal, Seguridad Pública Municipal, Bomberos y Policía Estatal Preventiva intentan hallar a Celina entre las aguas turbias, basura y corrientes aún fuertes.
«Desde el lunes cuando la niña cayó a las aguas en un punto de la colonia Santa Catarina, la búsqueda en las márgenes y las aguas no ha cesado; una y otra vez hemos recorrido la ruta del afluente, 10 ocasiones hasta este sábado”, señaló Reyes Aguilar.
El recorrido de búsqueda «es palmo a palmo, entre las raíces, piedras, basura, bordes y bajo los puentes; por la descomposición del cuerpo de la menor, con un peso aproximado de 20 kilos, es factible que pudiera flotar más adelante», dijo el funcionario.
La tarde que ocurrió el percance no llovía en San Cristóbal de las Casas. La pequeña jugaba en la calle cerca del afluente. Un niño de 14 años que se encontraba con ella relató que de pronto «se escucharon unos triques, la niña se asustó, corrió, resbaló y cayó al río».
El menor trató de salvarla, «de agarrarla, pero no logró alcanzarla» cuando las corrientes la arrastraba. Otro factor fue que el niño no pidió auxilio a la gente del lugar, sino que corrió a buscar a la abuela de Celina que se hallaba en el mercado José Castillo Tielemans, ubicado a un kilómetro del sitio del accidente, refirió Reyes Aguilar.
En previsión de que los tumbos pudieran haber arrastrado a la infante hacia localidades circunvecinas, través del Sistema Estatal de Protección Civil, se pidió la colaboración del personal de rescate de los municipios de Chiapilla, San Lucas y Totolapa, a través del Sistema Estatal de Protección Civil.
Por el percance la Fiscalía de Distrito Altos abrió un proceso las investigación ministerial «para mayor claridad «de lo ocurrido.