Abigaíl Angélica Correa Cisneros
SALARIO DIGNO PARA TRABAJADORES DEL CAMPO

En México 83.3 por ciento de los jornaleros perciben hasta uno y máximo 2 salarios mínimos, el 13.3 por ciento gana más de 2 hasta 5 salarios mínimos y solamente 0.6 por ciento tienen ingresos mayores a 5 salarios mínimos.

A pesar de las restricciones para emplear a menores de edad, su presencia en actividades agrícolas persiste. La población infantil potencial hijos de trabajadores del campo es de 1.7 millones de personas.

Esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador rindió su segundo informe de gobierno. Destacó que la inseguridad fue a la baja, los avances en el combate a la corrupción, el apoyo a personas vulnerables como adultos mayores y población con discapacidad, entre otros resultados a dos años de su mandato.

Un punto para destacar en lo que lleva de su administración, es el aumento al salario mínimo en 30 por ciento en términos reales, lo cual “no sucedió en los últimos 36 años del periodo neoliberal ni en épocas anteriores”, como dijo el primer mandatario en su discurso. Vale la pena mencionar que todavía está pendiente un salario digno para los trabajadores del campo, garantizado por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos. La pandemia de covid-19 expuso las carencias que enfrentan en comunidades rurales.

Desde hace décadas los campesinos mexicanos carecen de derechos humanos primordiales, como es la salud, buena alimentación y educación. Además, no cuentan con un salario digno y estable, en la mayoría de los casos no supera el mínimo establecido. Los jornaleros carecen, en su mayoría, de un contrato laboral.

El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria, elaboró un informe en el que destacó que 83.3 por ciento de los jornaleros perciben hasta uno y máximo 2 salarios mínimos, el 13.3 por ciento gana más de 2 hasta 5 salarios mínimos y solamente 0.6 por ciento tienen ingresos mayores a 5 salarios mínimos.

Su actividad es primordial para el país. Sin embargo, carecen de derechos laborales y derechos humanos. Aunque la Ley Federal del Trabajo los reconoce y menciona los servicios a los que pueden acceder, como agua, medicamentos, atención a su salud, seguro de vida, entre otros, la mayoría de las ocasiones los patrones no garantizan ninguna.

El año pasado, el 87.7 por ciento de los jornaleros se empleó en actividades no reguladas bajo condiciones vulnerables que no garantizaron sus derechos laborales como vacaciones, aguinaldo, acceso a instituciones de salud, entre otros que marca la Ley. Se contabilizaron 3,752,003 trabajadores subordinados, de los cuales, 2,973,319 recibió una remuneración y 778,684 no percibieron ninguna remuneración.

Existen tres tipos de jornaleros: 1) quienes viven y trabajan en su lugar de origen, 2) las y los migrantes temporales que trabajan en la agricultura intensiva, (en cultivos de exportación) y salen de su lugar de origen a los campos de los estados productores y, finalmente, 3) las y los migrantes asentados en las regiones de atracción de agricultura intensiva.

En el primer trimestre de 2019, trabajaron 6,591,243 personas en el sector primario, de las cuales 5,783,472 trabajan en la informalidad.

Los datos de CEDRSSA, con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2019, detallan que existen 3,752,003 trabajadores subordinados, de los cuales, 2,973,319 recibió una remuneración y 778,684 no percibieron ninguna remuneración.

De los subordinados que reciben una remuneración por su trabajo, 2,856,951 trabajadores reciben un salario y 180,597 perciben una remuneración no monetaria, la cual puede ser en especie o en cualquier acuerdo que lleguen a tener el patrón y el trabajador.

Del total de jornaleros que trabajan el 47.0 por ciento tiene un rango de edad de 20 a 39 años, el 29.1 por ciento 40 a 59 años, 15.7 por ciento de 15 a 19 años y el 8.1 por ciento 60 años y más. Por otro lado, se observa que del total de los trabajadores agrícolas el 89.6 por ciento son hombres y el 10.4 por ciento mujeres.

De los jornaleros que forman parte del sector primario, solamente el 9.2 por ciento están registrados en el IMSS, lo que deja fuera de seguridad social al 91.8 por ciento, además de fuera de lo que marca la Ley Federal del Trabajo.

Los estados que presentan una mayor presencia de jornaleros son Veracruz con el 12.6 por ciento, Michoacán 10.6 por ciento, Jalisco 6.9 por ciento, Puebla 6.7 por ciento, y México 6.4 por ciento. Se observa una mayor presencia de hombres en los estados de Veracruz con 13.3 por ciento, Michoacán 10.4 por ciento, Jalisco 6.6 por ciento, Puebla 6.4 por ciento y México 6.4 por ciento, mientras que en los estados con mayor presencia de mujeres son: Michoacán con 12.9 por ciento, Sonora 9.9 por ciento, Sinaloa 9.9 por ciento y Jalisco 9.6 por ciento.

El reporte consultado, destaca que, a pesar de las restricciones para emplear a menores de edad, el trabajo infantil agrícola persiste. La población infantil potencial hijos de trabajadores agrícola es de 1.7 millones de personas, es decir, el 27.8 por ciento, de los cuales trabajan 711 mil 688 niñas, niños y adolescentes de hogares de jornaleros los cuales tienen como actividad principal el trabajo remunerado en el sector primario, oficios diversos y trabajo doméstico.

Es urgente mirar hacia este problema porque todavía hay en México miles de menores de edad trabajando en condiciones severas. Los niños trabajan a menudo bajo temperaturas extremas, sin la protección apropiada y sin acceso a agua segura. Los daños que los niños y niñas suelen sufrir incluyen: Lesiones musculares y óseas a causa del trabajo pesado, cortes con herramientas afiladas, caídas al agua o mientras cosechan frutas de árboles altos, accidentes por trabajar cerca de vehículos agrícolas y maquinaria pesada.

“En el mercado de trabajo agrícola, los infantes no son considerados como jornaleros o asalariados, ya que no media una relación contractual entre los menores y los empleadores; aunque los mayordomos y capataces reconocen que los niños alcanzan el mismo nivel de productividad que los adultos. La mano de obra infantil es altamente rentable para la realización de algunas actividades agrícolas, además es más barata y susceptible a un mayor control. Se han identificado empleadores en las zonas de atracción que presionan a las madres de familia para que los menores se incorporen al trabajo.”

El trabajo en el campo está siendo valorado en la 4T. Todavía falta mucho por hacer por los trabajadores de este rubro, empezando por garantizar sus derechos humanos y laborales. Se pretende que pronto se les reconozca mediante un salario establecido, que proponen sea de 300 pesos por día y se cuente con un contrato laboral.

DESDE EL CENTRO

En su segundo informe, el presidente Andrés Manuel López Obrador, habló de las acciones emprendidas en apoyo al campo. “Se ayudó de manera directa con recursos económicos a productores y pescadores, se restablecieron los Precios de Garantía, se están sembrando árboles frutales y maderables en un millón de hectáreas, se entregan fertilizantes a todos los productores de Guerrero, más de un millón 500 mil jóvenes han trabajado como aprendices con una percepción de un salario mínimo”…Eduardo Orihuela Estefan, presidente de la Confederación Nacional de Productores Rurales, impuesto como diputado local plurinominal ahora se cree imprescindible y merecedor de todo, pero, dicen en Michoacán que no tiene liderazgo, principalmente, porque en ese estado están cansados de los Orihuela…

Leydy Araceli Pech Martín, ganó el premio Goldman 2020, considerado por algunos como el “Nobel” ambiental. Obtuvo el reconocimiento por su lucha, junto con el pueblo maya de Yucatán, en contra de la siembra de soya genéticamente modificada por Monsanto. La defensora de las abejas lleva años al cuidado de estos insectos que son sumamente importantes para la vida en el planeta. 

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