La agenda bilateral entre ambos mandatarios, incluiría economía e inmigración.
Países latinos con gran dependencia podrían experimentar cambios drásticos.
La docente e investigadora de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC) Campus Chiapas, Irma Pérez Cancino analizó el impacto sobre México del cambio de investidura presidencial en el país vecino del norte, Joe Biden, puntualizó que los principales cambios en la agenda bilateral serían en los ámbitos económicos, de presidente a presidente y migratorios.
La docente recordó que México logró posicionarse como el primer socio de EE.UU. como resultado de la reciente implementación del tratado comercial entre los países de Norteamérica (T-MEC) y, sobre todo, gracias a la guerra comercial que EE.UU. mantiene con China, no obstante, el acuerdo no estuvo exento de polémicas y la nueva administración podría estar abierta a revisarlas, como el incremento en los aranceles si no se llegaba a un acuerdo en materia migratoria.
Asimismo, Irma Pérez Cancino destacó que el interés que ha mostrado Biden anteriormente hacia América Latina abre el espacio para que haya un diálogo constructivo entre ambos gobiernos, pese a eso, EE.UU. también otras prioridades en política exterior, como su relación con China, Rusia, Irán o Corea del Norte.
La investigadora de la Escuela Bancaria y Comercial resaltó que en el tema de la inmigración, que es un ámbito donde Joe Biden tiene experiencia política, se cree que podría reconducir la relación en materia de seguridad y fomentar una mayor cooperación.
“Siendo el protagonista de capítulos relevantes de la relación entre México y EE.UU. los últimos 20 o 30 años, entiende la necesidad de colaboración y responsabilidad compartida. Así como México tiene que confrontar al crimen organizado a través de la frontera, EE.UU. tiene un papel que jugar al detener el tráfico de armas y de dinero en efectivo hacia México” apuntó la analista de la EBC Campus Chiapas.
El cambio del enfoque migratorio puede tener consecuencias económicas especialmente positivas para América Central, de donde proviene la mayor parte de las familias que tratan de entrar a Estados Unidos por la frontera sur de México, disminuyendo la presión y agresividad en Chiapas, las fuerzas de seguridad mexicana bajarán la tensión y se destinarán menos recursos a evitar el ingreso ilegal de personas a Estados Unidos, pudiendo enfocarlos a reactivar la economía.
La analista de la EBC Campus Chiapas, señaló que en conclusión, los próximos años serán difíciles para América Latina y México, particularmente para los países con una alta dependencia de EE. UU:, sea en forma de exportaciones, flujos de capital, inversión o remesas; en definitiva, un reto para profundizar lazos económicos y diversificar globalmente sus mercados de exportación, lo que podría impulsar un resurgimiento de la integración económica regional, con la finalidad de facilitar la inserción de América Latina y Chiapas en cadenas productivas globales.
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