Foto portada: Google maps

La zona es clave, para todo tipo de tráfico ilegal para EU 

Fredy Martín Pérez. 

 Marvin Alberto Tomás Tomás nunca conoció a su padre, porque cuando nació en 1999, recién había fallecido en Comitancillo, un municipio enclavado en el lado oriental del volcán Tajumulco, donde el muchacho aprendió de su madre doña Ángela, la agricultura, pero en sus tiempos libres, disfrutaba congregarse con sus amigos para jugar fútbol, deporte que le dio fama en su país, ya que fue uno de los mejores jugadores de la tercera división en los últimos dos años.  

“El zurdo” como era conocido en el equipo Juventud comiteca, se despidió el jueves 14 de enero de doña Ángela, ya que a pesar de que tenía un futuro promisorio en el deporte en su país, quiso buscar trabajo en los Estados Unidos para ayudar a su madre y construir una casa. 

 

En total 11 de los 19 hombres y mujeres que fueron asesinados en Camargo, Tamaulipas, el pasado viernes, son originarios de Comitancillo, un municipio de indígenas mam, de más de 80 mil habitantes, muchos que han emigrado hacia los Estados Unidos, desde hace 40 años cuando la guerra civil alcanzó la cúspide.  

Aunque la migración ha cambiado el rostro del pueblo, con casas de cemento, mosaicos y colores llamativos, a diferencia de las viviendas de adobe que había en los años 80 del siglo pasado, también ha enlutado a familias, porque de Comitancillo eran algunas de las víctimas mortales del accidente de tránsito que ocurrió el 7 de marzo del 2019, en el tramo Soyaló-Chicoasén, a unos 60 kilómetros de distancia de Tuxtla Gutiérrez y que cobró la vida de 25 migrantes y 29 más resultaron gravemente heridos. 

Ese jueves por la mañana, “El zurdo”, fue la última vez que se le vio en el pueblo, al lado de otros cinco jóvenes que esperaban se completara el grupo que el coyote llevaría hacia la frontera con México y de ahí empezar la travesía de casi tres mil kilómetros.  

Desde el vehículo en el que viajaban los 11 migrantes rumbo a la frontera con México, Marvin podía ver las montañas que rodean Comitancillo y deseaba llegar pronto a los Estados Unidos, para buscar trabajo y poder pagar los 80 mil quetzales (206 mil pesos) que pidió al préstamo con un agiotista a cambio de sus tierras donde se cultiva maíz, frijol, calabazas, plátanos, guanábanas y otras frutas. 

“Marvin era un buen jugador con mucho futuro, pero por la pobreza y los escasos recursos económicos tuvo que buscar un mejor futuro. El quería una casa bonita para su madre”, asegura Nelson Cardona, un habitante de Comitancillo, que sabe que “El zurdo” llevaba dos años participando en el equipo Juventud comiteca y en cada vez destacaba más, pero dejó el deporte “porque quería una mejor vida”. 

Una semana después que Marvin se despidió de su madre, telefoneó a doña Ángela para decirle que ya estaba en Reynosa en espera de traspasar la frontera entre México y los Estados Unidos, solo que tenía que esperar porque el coyote les había dicho que “el cruce” sería el miércoles 27 de enero. 

Desde entonces doña Ángela no supo más de Marvin, hasta que una familia de Comitancillo recibió una llamada el sábado a las 13:00 horas, que informaba que los 11 comitecos habían sido asesinados en Tamaulipas. Al parecer era uno de los coyotes encargados del cruce del grupo a la nación del norte, pero no dio más detalles.  

Este lunes, doña Ángela y los demás familiares de los jóvenes asesinados viajaron a Ciudad de Guatemala, para que les realicen pruebas de ADN que permita identificar los cuerpos de los migrantes asesinados, con el fin de repatriarlos e inhumarlos en su tierra.  

Otras familias de los municipios de Sipacapa y Catarina, del departamento (estado) de San Marcos, de donde eran originarios los demás migrantes, también hicieron lo mismo. 

El diputado por San Marcos, Mario Ernesto Gálvez Muñoz, dio a conocer que además de Marvin han sido identificados los cuerpos de Santa Cristina García Pérez, Dora Amelia López Rafael, Paola Dámaris Zacarías Gabriel, Oscar Velázquez Ramírez, Edgar López y López, Adán Coronado Marroquín, Elfrego Roliberto Miranda Baltazar, Robelson Elías Tomás Isidro, Rivaldo Danilo Jiménez Ramírez e Iván Gudile Pablo Tomás.  

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