Raúl Castro-Lebrija
Integrar a cientos de pequeños productores artesanales a una industria que, antes de la pandemia, tuvo un valor superior a los 2,000 millones de pesos
En unos cuantos años, el mezcal pasó de ser una bebida marginal a convertirse en un producto de culto y a ubicarse entre las favoritas de un creciente número de consumidores dentro y fuera de México.
Pero, a diferencia de su primo el tequila —donde participan grandes corporativos y figuras internacionales como George Clooney o Carlos Santana— la producción de mezcal está diseminada en cientos de pequeños productores artesanales que en muchas ocasiones han heredado el oficio de padres y abuelos.
Abelino Cohetero, candidato a presidir el Consejo Regulador del Mezcal (CRM), explica que “la bebida ha mostrado tazas de crecimiento constante de entre 25 y 30% anual, en el tema de exportaciones como en el consumo nacional, en los últimos seis o siete años”.
“En el 2020 —detalla— no hubo crecimiento por el tema de la pandemia de Covid-19, pero veníamos de un crecimiento de entre 25 y 30% en 2019. Se produjeron 7 millones de litros, de los cuales 4.7 se fueron a los mercados de exportación y el resto se quedó en el mercado nacional”.
De esa producción, cerca del 90% se desarrolla en el estado de Oaxaca.
Abelino Cohetero es, hasta el momento, el único candidato a la presidencia del CRT, cuya asamblea se llevará a cabo entre mediados y finales del próximo mes de abril.
Con 18 años de trabajo en diversos cargos en el CRM, ahora explica que uno de los principales retos de su administración será sumar a más pequeños productores artesanales al CRM, para que puedan ofrecer un producto de calidad certificada y, eventualmente, integrarse a los mercados de exportación.
“No podemos tara el sol con un dedo”, reconoce. “Ya están grandes empresas transnacionales en el mezcal. El mezcal que más se exporta en los últimos cinco años es Mezcal Vida —fundado por el artista plástico estadounidense Ron Cooper— pero la mayor parte de la producción son pequeños productores”.
De hecho, “una de las cosas que caracteriza al mezcal es que 80% de su producción es artesanal, como se ha hecho siempre el mezcal, y lo que hoy piden los consumidores es que sea mezcal artesanal”.
“Estamos hablando de, al rededor, de 800 fábricas artesanales registradas al CRM y lo que se busca hacer es que todas tengan la oportunidad de entrar a la comercialización y abrirles oportunidades con la certificación”, señala Cohetero.
Es decir, que los beneficios se concreten para todos los eslabones de la cadena, como magueyeros y productores, aprovechando la demanda de los mercados.
Texto original: revistafortuna.com.mx