Tuxtla Gutiérrez, Chis. 24 Marzo.- Cientos de migrantes de diferentes nacionalidades, en su mayoría centroamericanos, que se encuentran asegurados en la estación migratoria El Cupapé del Instituto Nacional de Migración (INM), en la capital chiapaneca, se amotinaron por el hacinamiento en que se encuentran.

“Llevo más de 20 días aquí detenido, con mis dos hijos, si no nos van a deportar, mejor que nos dejen libres, porque no hay espacio donde dormir, yo duermo al aire libre”, dijo el salvadoreño José Carrasco, quien se acercó a las rejas que dan a la calle para hablar con reporteros, mientras que el resto gritaba golpeando puertas.

El hombre de 39 años señaló que en el pequeño centro de detención, hay mas de 400 personas de distintas nacionalidades que llevan asegurados más de un mes y medio, esperando que el Instituto Nacional de Migración defina su situación migratoria.

“En la sala hay Covid, no tenemos agua para tomar, no hay comida; hay mujeres embarazadas y muchos niños”, agregó.

Los migrantes se manifestaron por la falta de atención médica, comida y agua, así como denunciaron que un médico asignado en las instalaciones fue diagnosticado con Covid 19.

Durante una hora, los extranjeros protestaron en el patio de las instalaciones migratorias, gritando, exigiendo su salida o su deportación.

La situación se controló con la llegada de corporaciones de la policía, quienes acordonaron el área para evitar que los migrantes intentaran saltar la barda perimetral.

Sobre el incidente, ninguna autoridad emitió una declaración.

El INM reportó este miércoles que entre el 1 de enero y el 21 de marzo, se han asegurado, 31 mil 492 personas migrantes, lo que representa un aumento del 18 por ciento respecto al mismo periodo de 2020.

Dijo que la cifra representa cuatro mil 779 migrantes extranjeros irregulares más, respecto a los 26 mil 713 detenidos en el mismo periodo del 2020.

El pasado viernes, el Instituto Nacional de Migración (INM) informó el despliegue de medio centenar de agentes en la ribera del río Suchiate, en la frontera con Guatemala, para impedir que migrantes crucen la frontera, combatir el tráfico de personas y contener la migración ni regulada, y evitar la propagación del virus del Covid 19.

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