Busca de nuevo la alcaldía por Berriozábal a pesar de observaciones de la ASECH

Construye calles y mercado en Jiquipilas sin cuentas claras

El estandarte de las aspiraciones mexicanas sobre la democracia lo condensa la frase de Francisco Madero: “sufragio efectivo, no reelección”. La reforma constitucional del 2014 cambió el sentido de esa aspiración democrática nacional.

 

Hoy en las elecciones 2021, la reelección convive con el deseo de perpetuar cacicazgos. Si antes era a través de la esposa, los hijos y los parientes cercanos como un grupo político se intentaba perpetuar en una alcaldía; la reelección representa otra alternativa. Como también lo representa el “chapulinismo” político. Es decir, saltar de un partido político a otro.

 

En esas condiciones, un cargo de elección popular en Chiapas es una lucrativa empresa que deja tejer relaciones políticas, incrementar el patrimonio personal y la oportunidad también de que la familia participe en ese monopolio de poder.

Con este texto y ante la coyuntura de las elecciones del 2021 iniciamos una serie de documentos sobre los actores políticos del actual proceso electoral. Pedimos a nuestros lectores que en caso de tener documentado cualquier exceso de cualquier candidato, se le haga saber a esta reportera, quien guardará el debido secreto profesional.

Revivir cacicazgos aprovechando relaciones políticas, saltar de un partido a otro, presentar “lo mismo” como una alternativa y hacer de la política una empresa personal es lo que hoy vemos en Berriozábal, Chiapas de cara a las elecciones del 2021.

En ese municipio Reynaldo Mancilla López busca de nuevo ser el alcalde. A pesar de que durante su periodo 2015-2018 al frente del municipio dejó una estela de irregularidades que quedaron impune. Ni la Auditoría Superior del estado ni el Sistema Estatal Anticorrupción fueron obstáculos para detener las irregularidades.

Hoy Mancilla es el abanderado del PVEM y en el 2015-2018 fue alcalde por el partido Mover a Chiapas. ¿Dónde quedaron las convicciones políticas?

En el pasado proceso electoral Mancilla López fue denunciado por el entonces candidato y luego alcalde Joaquín Zebadúa Alba y el también entonces diputado federal Guillermo Rafael Santiago Rodríguez, ambos de MORENA. La denuncia fue por un desvío de aproximadamente 40 millones de pesos, denuncia que no prosperó.

Acusaron también que Mancilla López permitió el incremento de la inseguridad y que solapó al Movimiento Campesino Regional Independiente (MOCRI) para que “ejerza violencia contra las familias y de esa forma les arrebate sus propiedades”.

Por esas irregularidades, Mancilla López compareció ante la Autoría Superior del Estado, sin que a la fecha se tengan noticias de las sanciones a las que fue sujeto.

Durante su periodo al frente del gobierno de Berriozábal, Mancilla López además incumplió la ley de transparencia de la información estatal. Es decir, encabezó un ayuntamiento opaco; que no informaba de sus obras a sus gobernados.

Por esas opacidades, el Instituto de Acceso a la información Pública del estado de Chiapas lo sancionó con una multa y una amonestación pública. Fueron 15 las solicitudes de acceso a la información que su administración no respondió. El documento oficial completo puede verse en esta liga:

http://www.itaipchiapas.org.mx/pdf-exhortos/Sancion%20Economica-Berriozabal.pdf

Pero, además la administración de Mancilla López incumplió obras, porque las entregó incompletas. Tal es el caso de un campo de futbol en la comunidad de Ignacio Zaragoza cuya obra tuvo un costo de 700 mil pesos y cuya inversión no se ve por ningún lado.

Estas son las fotos que documentan dicha “obra” y que han provocado la ira de los ciudadanos de la comunidad.

Los desaciertos de Mancilla López no se detuvieron en Berriozábal. Es también propietario de una constructora que mantiene contratos de obra pública en Jiquipilas. Es decir; Mancilla López es un político-empresario. En este caso, de la construcción.

La obra de remodelación del Mercado es por 7.5 millones de pesos y según los afectados debió entregarse en diciembre y esa entrega-recepción no se ha llevado a cabo. La constructora de Mancilla López se encargó de la primera etapa de la obra.

Esto ha provocado que los locatarios estén reubicados en la casa ejidal. Lo cual les causa molestia a ellos y a los ciudadanos del municipio de Jiquipilas.

 

Aspectos de los locatarios del mercado de Jiquipilas reubicados en la Casa Ejidal.

La obra todavía no está concluida.

Además del mercado público municipal. En Jiquipilas la constructora de Mancilla López tiene a su cargo la pavimentación de calles en el Ejido Vicente Guerrero en donde dicha obra presenta varias irregularidades.

Por ejemplo, la pendiente que le dejaron a la calle para que el agua no se estanque, no es la correcta. Se tendría que demoler parte de la obra para que la pendiente sea la correcta y que el agua pueda correr libremente.

Este es el contrato de pavimentación de calles en el Ejido Vicente Guerrero.

Conflicto de intereses, política y empresas, deseos de estirar ese esquema aprovechando a los partidos políticos, las leyes que permiten la reelección, la poca acción de las instituciones fiscalizadoras y la opacidad gubernamental. Es lo que aprovecha la clase política chiapaneca.

Finalmente, es el elector quien decidirá en las urnas quien lo gobierna. En Berriozábal con Reynaldo Mancilla se repiten esos esquemas que también vemos en varios municipios de Chiapas.

 

 

 

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