El contexto actual de la crisis normalista en Chiapas

Foto portada: Archivo

Tuxtla Gutiérrez, Chis. 20 Mayo.- Luego de una semana de manifestaciones y bloqueos de estudiantes normalistas, sobre todo en la capital Tuxtla Gutiérrez; la contención gubernamental a esas protestas llegó.

Son 95 jóvenes, dos menores de edad, entre ellos 21 mujeres, de la Escuela Normal Rural Mactumactzá que esta madrugada fueron llevados al penal El Amate, puestos a disposición de un juez acusados de ataques a las vías de comunicación, vandalismo, terrorismo entre otros cargos.

Durante esa semana de protestas y manifestaciones, los normalistas intentaron -según los testigos- un asalto a palacio de gobierno estatal.

Luego, vandalizaron varios camiones de carga de empresas trasnacionales y nacionales. Finalmente, esas manifestaciones fueron contenidas por el gobierno estatal a través de sus fuerzas de seguridad pública con el resultado de las 95 detenciones.

¿Qué es lo que ha pasado?

Hay que recordar que días antes del inicio de la pandemia, hubo una manifestación de normalistas de la escuela rural Mactumactzá cerca precisamente de las instalaciones escolares; donde estudiantes normalistas y padres de familia de la normal rural «Isidro Burgos» de Ayotzinapa, visitaron Chiapas.

En esa ocasión, hubo un choque con la policía estatal y como resultado de ello, un normalista de la «Isidro Burgos» resultó herido, hubo condenas al hecho; pero pronto inició la pandemia.

También, varias notas informativas han documentado que en el presupuesto 2021 de la federación, el financiamiento a las normales se redujo en un 80 por ciento.

Sin embargo, el gobierno de Chiapas afirma que mantiene permanente atención a la normal Mactumatzá y solo en el presente año, la escuela recibido más de 7 millones de pesos. De forma individualizada aseguró que cada alumno recibe 73 mil 58 pesos en diversos apoyos, además de la beca “Benito Juárez”.

Pero esa reducción del presupuesto federal y el agravio a los normalistas con el incidente del alumno de la «Isidro Burgos» antes de la pandemia son los antecedentes actuales de lo que hoy sucede con los normalistas de la Rural Mactumactzá.

A esa coyuntura hay que agregarle los problemas históricos, como el reclamo de plazas magisteriales automáticas, el debate sobre la viabilidad de las escuelas rurales y por supuesto, también el contexto de la crisis pospandémica.

En ese sentido, considerando los problemas coyunturales, los históricos, el financiero actual; los normalistas incrementaron sus manifestaciones.

Es aquí en donde viene ya un debate entre la opinión pública estatal: a los ciudadanos les indigna los constantes bloqueos carreteros y manifestaciones de los normalistas. Por eso, la cúpula empresarial de Chiapas protestó en varios manifiestos.

La razón es clara: dicen, ¿Quién tendría la intensión de invertir en un estado -que además es el más pobre del país- en donde hay muchos bloqueos?

Pero también hay quienes comentan que precisamente el estado más pobre del país, no puede ofrecer grandes alternativas a una población juvenil que adicionalmente, es una de las más numerosas de la nación.

Esa juventud chiapaneca, no encuentra otra alternativa más que la ilusión de acceder a una plaza magisterial o migrar.

Eso es lo que sucede en Chiapas y que además, ocurre en el contexto de la pandemia. El peor escenario posible.