La legislatura expidió un decreto que prohibe la celebración de este tipo de eventos que se ha encargado de exhibir a las mujeres bajo ciertos patrones socioculturales.
A través de un decreto por el que se adiciona el artículo 116 BIS, a la Ley de Educación del estado, las y los diputados que integran la Sexagésima Séptima Legislatura, aprobaron por unanimidad de votos, el dictamen de la Comisión de Educación y Cultura, que prohibe realizar certámenes de belleza y cualquier otra competencia en la que se evalúe, integral o parcial con base a estereotipos sexistas, la belleza o apariencia física de niñas o adolescentes en las escuelas de educación básica y media superior instituciones de educación.
En sesión ordinaria las diputadas y dos diputados que presentaron la iniciativa señalaron: “con este paso, le podremos un alto a la violencia simbólica que se ha ejercido de manera normal y que se ha encargado de exhibir a las mujeres bajo ciertos patrones socioculturales”.
La diputada Haydee Ocampo Olvera, vicepresidenta de la Mesa Directiva, pidió el voto a favor de la iniciativa para eliminar este tipo de eventos y certámenes que sólo han servido para limitar el desarrollo personal de las y los participantes través de estereotipos sexistas.
El dictamen tiene la intención de promover la igualdad de oportunidades y la no discriminación, enfocados a contenidos no estereotipados de las mujeres y de los hombres, en todo el proceso educativo.
Las y los promoventes de la iniciativa expusieron que en el país hay un gran número de eventos de fiestas tradicionales, que convocan a elecciones de “reinas de belleza”, lo cual no solo es violencia simbólica sino que se promueve desde el Estado.
Estos eventos destacaron, atentan contra la salud de las mujeres al imponer estereotipos de belleza, que derivan muchas veces en trastornos alimenticios; además mediante ciertos estereotipos, se transmiten y reproducen modelos de dominación y desigualdad en las relaciones sociales hombre -mujer.
Representan también prácticas y discursos en los cuales las mujeres son representadas como objetos de consumo, donde sus cuerpos se ofrecen como oportunidad para la mirada examinadora de los otros, manifestaron.
Con la prohibición de estos eventos se buscará no repetir concursos sexistas y cosificadores no vulneran los derechos de las mujeres.
“No es posible continuar permitiendo que las niñas, adolescentes y jóvenes crezcan, considerando que sus cuerpos deben ajustarse a lo que se considera perfecto para agradar a otros, promoviendo una obsesión por la apariencia corporal, por un ideal de perfección que provoca enfermedades como bulimia, anorexia y otros trastornos”.
Las y los legisladores mencionaron que en la totalidad de los concursos de belleza las participantes son mujeres adolescentes o jóvenes, por debajo de los 23 años, pero hace algunos años comenzaron a surgir certámenes con nombres en diminutivo, en donde las que participan son niños desde los 3 años.
Por lo que se agrega las dimensiones de infancia y la hipersexualización de las niñas, desde espacios institucionales que se justifican en la tradición y se suman al peligro de normalizar un comportamiento nocivo para los niños.