Foto portada: Las Abejas de Acteal
El cuerpo del defensor Simón Pedro Pérez López, asesinado del 5 de julio, fue exhumado para que se le practicara la necropsia, a petición de la defensa del presunto autor material, Hugo Rolando “N” y por “presiones” de las autoridades procuradoras de justicia, informó la organización Sociedad Civil Las Abejas.
“Es absurdo que el abogado pida pruebas con el argumento de que Simón Pedro se murió de alguna enfermedad grave que padecía antes de ser herido por las balas o porque no le dieron primeros auxilios, a pesar de que ahora sabemos que el compañero y hermano recibió por lo menos dos disparos de arma de fuego en la cabeza; el agresor le disparó por la espalda, lo estuvo siguiendo y vigilando durante el día, antes de dispararle”, señalaron Las Abejas en un comunicado.
Manifestaron que la exhumación se llevó a cabo “por la presión del sistema de justicia del mal gobierno mexicano; la familia de nuestro compañero y hermano Simón, tuvo que aceptar con dolor e indignación porque de lo contrario dejarían en libertad al mentado asesino, por la forma de utilizar las leyes el mal gobierno”.
Para Las Abejas, “la práctica es totalmente ajena e irrespetuosa a nuestro modo tsotsil, desenterrar el cuerpo de nuestro compañero y hermano Simón Pedro para practicarle la necropsia de ley y así confirmar que murió por los impactos de armas de fuego”.
Indicó que el proceso de justicia del cobarde asesinato de Simón Pedro, va muy lento “como de por sí, así es el modo del sistema de justicia del mal gobierno en México. Cuando se trata de un caso de un indígena que es pobre, que es defensor de derechos humanos y de la vida y sobre todo si lucha contra el sistema de mal gobierno y de ricos y poderosos”.
Por lo que ante esta situación, la agrupación exigió “a los administradores del sistema de justicia del mal gobierno mexicano, que hagan justicia de verdad y no simulada por el cobarde asesinato de nuestro compañero y hermano. Pedimos respeto y que no jueguen con la dignidad del caso”.
Las Abejas informaron que este sábado concluyó una jornada de tres días de ayuno y oración en las diferentes comunidades que conforman la organización, “para pedirle a Dios padre-madre que nos dé fuerza y nos guíe en el camino de la paz y de la justicia ante tanta oscuridad y violencia desmedida en estas tierras tsotsiles”.