Después de mes y medio que se desplazaran a causa del conflicto en el municipio de Pantelhó, nueve familias tzotziles integrantes de la organización Sociedad Civil Las Abejas que se encontraban refugiadas en la comunidad de Acteal y en San Cristóbal de Las Casas, retornaron a la cabecera municipal
A bordo de siete vehículos, las 53 personas salieron de Acteal acompañados por defensores del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), del Movimiento Sueco por la Reconciliación (SweFor) y de los integrantes de la mesa directiva de Las Abejas.
El grupo fue recibido en la entrada del pueblo de Pantelhó, donde tienen sus casas los retornados, después de la ceremonia de bienvenida, el párroco Miguel de Alba, ofició una misa en la ermita del lugar.
En la recepción participaron los integrantes del concejo municipal presidido por Pedro Cortez López, que el 18 de este mes tomó posesión.
En su mensaje, el sacerdote los invitó a estar unidos, colaborar con las autoridades civiles, “estar pendientes del espíritu del evangelio y no confiarse porque existe gente que está sentida”.
Les pidió que “abran su corazón, pues nos toca realizar un trabajo con espíritu de justicia”.
De acuerdo con pobladores de ese municipio tseltal y tsotsil de los Altos de Chiapas, la situación es de relativa tranquilidad, luego de la toma de posesión de las nuevas autoridades.
Señalaron que poco a poco el comercio se va reactivando y las actividades cotidianas van tomando su lugar.
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Sin embargo, nadie habla de los 21 habitantes que desde el 26 de julio en que fueron quemadas casas y vehículos y saqueadas algunas tiendas, presuntamente fueron retenidos por El Machete y llevados a algunas comunidades del municipio.
El pasado 7 de julio, “El Machete” irrumpió de manera violenta en la cabecera municipal de Pantelhó enfrentándose a balazos con un grupo rival ligado al ayuntamiento perredista.
El enfrentamiento dejó miles de desplazados de comunidades rurales.
Ese mismo día ingresaron al poblado decenas de militares y policías para mantener el orden, pero fueron emboscados el 8 de julio; el saldo fue de seis policías y tres soldados heridos.
Dos semanas después, los pobladores tomaron el control de Pantelhó, quemaron viviendas.