En Altamirano se da a conocer un grupo de civiles armados en apoyo a los pobladores que exigen termine el cacicazgo de Roberto Pinto Kanter
Tuxtla Gutiérrez,Chis. 7 Oct.- Un grupo de civiles armados se dieron a conocer públicamente este jueves en una zona boscosa del municipio de Altamirano para apoyar a ejidatarios y pobladores que exigen la conformación de un concejo municipal y que la alcaldesa Gabriela Roque Tipacamú y su antecesor, su esposo Roberto Pinto Kánter -retenido desde el 30 de septiembre-, se vayan de ese lugar.
“A estos hermanos que están luchando les decimos que cuentan con nuestro apoyo. Los ayudaremos a defender este territorio a costa de lo que sea para que no haya más delincuentes ni rateros; para que se acaben los gobiernos sordos y aprovechados y se acabe la explotación de nuestros recursos naturales”, afirmó el grupo de una veintena de hombres armados, sin uniforme y con el rostro cubierto con pasamontañas.
Desde la irrupción el pasado 7 de julio del Grupo Autodefensas del Pueblo El Machete en el municipio de Pantelhó, se le han sumado en las últimas semanas “Gente de la selva”, “Fuerzas Armadas de Simojovel” y ahora en Altamirano. La característica principal es que surgen a partir de acusar a familias de perpetuarse en el poder municipal.
Al dar lectura a un pronunciamiento un hombre dijo: “por respeto a nuestros hermanos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), no daría a conocer su nombre, porque, lo que nos interesa decirles desde este municipio de Altamirano es que hemos visto cómo los ricos se protegen entre ricos; cómo los políticos se protegen entre políticos, sean del color que sea. Quieren engañarnos creyendo que porque cambiaron de color ya son nuevos. Lo que nunca cambia es su indiferencia hacia nosotros, los indígenas tseltales y tojolabales”.
Agregó: “Estamos viendo cómo nuestros hermanos de distintas comunidades están luchando desde hace varios días bajo el sol y la lluvia para echar fuera a la familia Pinto que vino nada más a aprovecharse de la paga; carreteras abandonadas, gente sin empleo, mucha migración a Estados Unidos porque vivimos la misma pobreza. No hay luz, agua y lo más duro, sin justicia y sin democracia, porque aquí gana una elección quien más dinero tenga. Porque aquí en Altamirano, la democracia y la justicia tienen precio”.
El grupo de hombres armado surgió en el contexto de las protestas que cientos de pobladores mantienen desde hace siete días para exigir la salida de la alcaldesa Roque Tipacamú y de esposo y antecesor, Roberto Pinto Kánter -ambos del Partido Verde Ecologista de México-, pues juntos han gobernado 9 años a la fecha y van por un trienio más.
Pinto Kánter, alcalde hasta el 30 de septiembre, permanece retenido en la cárcel del ejido, ubicada en la cabecera municipal, junto con cuatro personas más presuntamente de su equipo.
De su esposa no se sabe el paradero y tampoco si rindió protesta como alcaldesa, según informaron representantes de los inconformes.
En el poblado están suspendidos los servicios de limpieza, no hay agua; el único cajero bancario que se encontraba en la presidencia municipal fue quemado, mientras la seguridad está a cargo de los 10 barrios quienes se turnan en la entrada del poblado.
Los inconformes establecieron ley seca para evitar disturbios.