Agentes del INM se mantienen atrás en espera de rescatar a los migrantes rezagados que pidan ser repatriados
Tuxtla Gutiérrez, Chis. 24 Oct.- La caravana migrante denominada «por la paz, la justicia y la libertad del migrante”, que busca llegar a la Ciudad de México para protestar por la dilación en los trámites de regularización, llegó este medio día al municipio de Huehuetan a unos 26 kilómetros de Tapachula.
El continente formado en su mayoría por familias de distintas nacionalidades, salió a las 7:30 de la mañana del ejido Alvaro Obregón, donde pernoctaron al aire libre en el parque central del poblado sin que se registrara ningún incidente, ni presencia de las fuerzas de seguridad.
A unos metros del municipio de Huehuetán, los migrantes atravesaron la caseta de inspección y verificación migratoria que el Instituto Nacional de Migración mantiene sobre la carretera sin ser molestados.
El activista Luis Garcia Villagran, uno de los organizadores al frente del grupo, insistió en que no tienen prisa, “vamos a caminar en paz, a paso lento, tomando descansos cada cinco kilómetros, porque vienen familias, personas de la tercera edad y con alguna discapacidad, incluyendo niños pequeños y bebés”.
Dijo que tomaran un receso y valoraran si se quedan a descansar en el lugar para después seguir su trayecto.
Irineo Mújica de la organización Pueblos sin Fronteras, informó que en el continente viajan 80 mujeres embarazadas y 15 bebés, por lo que pidió a la Guardia Nacional no usar gases lacrimógenos.
En su segundo día de trayecto, un grupo de jóvenes encabeza el contingente con una manta con la leyenda: migrantes, paz, justicia y libertad. Otros llevan cruces.
Atrás del continente agentes de migración los siguen en camionetas, en espera que el cansancio y las altas temperaturas de la región, las familias reconsideren si continúan seguir a pie o son repatriados voluntariamente. El grupo Beta también brinda información sobre los riesgos y el largo camino que les espera.
Jorge un joven nicaragüense que viaja amparado por un tribunal judicial, pide a las autoridades migratorias que respeten el derecho a migrar por una vida mejor, “que nos dejen caminar, que nos respeten, es lo que pido”.
“Tenemos derecho a una vida mejor”, lo secunda una mujer que señala: “si un juez nos amparó, es porque no somos ilegales”.