Tuxtla Gutiérrez, Chis. 27 Oct.- La caravana por la justicia, la dignidad y la libertad del pueblo migrante, compuesta por extranjeros de por lo menos ocho nacionalidades, cumplió seis días de caminata este jueves sin que se registren incidentes, por el contrario al contingente se han ido sumando más migrantes.
Luego de pernoctar en el municipio de Villa Comaltitlán, los migrantes caminaron sobre la carretera costera de Chiapas, la ruta natural que siguen cientos de miles de migrantes que se internan de manera irregular por el río Suchiate.
Este medio día llegaron al municipio de Escuintla, tras recorrer por seis horas el tramo mas corto de 18 kilómetros entre dos poblados.
Irineo Mújica, de la organización Pueblos sin Fronteras, uno de los organizadores de la caravana, dijo que hasta ahora, el gobierno no se ha atrevido a intentar desintegrar el contingente, después del operativo del sábado en el poblado Viva México, “porque somos muchos”.
El activista pidió a las autoridades que en Escuintla, deje de acosar a los migrantes, porque el acoso les afecta porque no tienen papeles y muchos tienen que elegir entre ir al médico para curar sus heridas, o ser deportado.
Asimismo solicitó que les den oportunidad, porque muchos necesitan la documentación de regularización para salir de Tapachula que se ha convertido en una cárcel invisible, y buscar un trabajo digno en otro lugar, tener respeto y libertad.
Luis García Villagran, otro de los organizadores de la caravana, señaló que la petición es llegar a la Ciudad de México y que las autoridades migratorias les entreguen a todas y todos residencia permanente por cuestiones humanitarias, y que cada quien decida lo que quiere hacer, si se va o no a Estados Unidos, lo haga conforme a la ley.
Dijo que no van aceptar otra opción.
García Villagran aseguró que el instituto Nacional de Migración (INM), dio a conocer en un comunicado que ofrece visas humanitarias a las mujeres embarazadas, pero dijo que no las respeta.
Mencionó que más de 200 personas que viajan en la caravana tienen visa humanitaria, y no los dejan pasar; mientras que 800 tienen el reconocimiento de la condición de refugiados y los están regresando a Tapachula.