En el hospital del lugar convalecen dos migrantes heridos en el choque entre “polleros” y la Guardia Nacional
Guardia Nacional y agentes del INM amenazan con detener al sacerdote Heyman Vázquez
Tuxtla Gutiérrez, Chis. 2 Nov.- Dos migrantes que resultaron heridos en un choque entre elementos de la Guardia Nacional y presuntos “polleros” que transportaban la madrugada del domingo a un grupo de 9 migrantes de distintas nacionalidades en una camioneta pickup que intentó evadir la vigilancia migratoria en un camino de terracería del municipio de Pijijiapan, en la región de la costa de Chiapas, convalecen en el hospital Rafael Alfaro.
Los migrantes, Fletes Williams de 46 años de nacionalidad Nicaragüense quien presenta una luxación en el hombro izquierdo, así como Roberto Vázquez Labrada de 24 años quien tiene una herida de arma de fuego en el hombro izquierdo, son atendidos en el hospital básico comunitario de Pijijiapan.
La Guardia Nacional reconoció que la madrugada del domingo dispararon a una camioneta que llevaba 13 migrantes que había evadido un control cuando el vehículo había intentando embestirles y vieron “en riesgo inminente su integridad”. En la camioneta viajaban nacionales de Cuba y de Ghana, entre ellos, dos menores.
El conductor del vehículo fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la República, los heridos trasladados al hospital y los supervivientes quedaron bajo custodia de las autoridades como presuntas víctimas de un delito de tráfico de personas.
El cadáver del primer fallecido, un hombre cubano, fue localizado en la parte de atrás de la pick-up con lesiones de arma de fuego.
Luego de caminar ocho horas desde el ejido Hermenegildo Galeana, los integrantes de la caravana por la justicia, la dignidad y la libertad del pueblo migrante, llegaron este medio día a la cabecera municipal de Pijijiapan, donde pernoctarán, informó Luis García Villagrán, uno de los organizadores de la marcha.
El contingente, que partió a las 4 de la madrugada horas de Galeana, distante a 27 kilómetros, se instaló en el domo de la unidad deportiva de Pijijiapan, municipio en el que el domingo fueron baleados el grupo de migrantes, con saldo de un cubano muerto y cuatro lesionados.
García Villagrán declaró que la idea es descansar este martes en Pijijiapan, y después continuar el recorrido hacia Tonalá y Arriaga y tentativamente después hacia Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado.
Guardia Nacional y agentes del INM amenazan con detener al sacerdote Heyman Vázquez
El sacerdote Heyman Vázquez Medina, párroco de Huixtla, denunció que agentes de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM), amenazaron con detenerlo cuando transportaba hacia Pijijiapan a niños y mujeres de la caravana.
“Yo llevaba agua y medicamentos para los migrantes y en el camino les repartí. Había muchos niños enfermos, les dije que se subieran a mi camioneta, pero como eran muchos hice cuatro viajes. Alguien de la Guardia Nacional que estaba allí me estaba viendo y en el último viaje, a tres kilómetros de la entrada a Pijijiapan, me atravesaron sus carros en la carretera y me rodearon junto con agentes del INM”, relató.
El religioso relató que sin que se diera cuenta, los uniformados abrieron las puertas de la cabina trasera de su camioneta y sacaron a algunas personas que subieron a un autobús para regresarlas a Tapachula.
“Querían que yo bajara a toda la gente de mi camioneta. Que les dijera que se bajaran. Les dije que los llevaba al médico porque necesitan atención. Estuvimos allí, le llamé a Irineo Mújica que no estaba muy lejos, llegó con un grupo de migrantes; se hizo la trifulca y tuvieron que ceder”.
Vázquez Medina narró que los agentes lo amenazaron y que incluso un agente del INM y los de la Guardia Nacional señalaron: “remitan a este señor al agente del Ministerio Público; tomaron el número de placas de mi camioneta, decían que me iban a remitir”, pero después aceptaron que me retirara.
Mientras, un grupo de migrantes obligó a agentes del INM a que bajaran del autobús a las personas que habían sacado del vehículo del sacerdote.
“Es grave el caso de los niños y se les tiene que poner atención, no se puede permitir que sigan sufriendo este calvario. Ya se tiene que dar una solución, pero la actitud del gobierno es cerrada, sin mucha disponibilidad”, afirmó el sacerdote.
La caravana de migrantes, que partió de Tapachula el 23 de octubre y que según los organizadores aglutina a unos cuatro mil extranjeros (centroamericanos, la mayoría), ha avanzado hasta este martes, alrededor de 150 kilómetros.