A causa de la disputa de 60 hectáreas entre Aldama y Chenalhó, tzotziles quedan atrapados en sus casas

José Moreno.

Chivit, Chis.- Durante los últimos seis años, María, una tejedora. tzotzil de Chivit, ha vivido bajo la intermitente lluvia de balas que disparan grupos armados desde las montañas de Chenalhó, que reclaman como suyas 60 hectáreas que desde 1999 pertenecen a Aldama, pero por periodos ha tenido que dejar su hogar, para evitar que ella y sus hijos resulten heridos y aunque parece llevar una vida apacible y de trabajo, la artesana cuenta que vive en constante temor por los disparos de los fusiles de asalto.

Desde el 2015 cuando se acrecentaron los ataques, familias de tzotziles que vive cerca de la franja en disputa, tuvieron que dejar sus hogares para buscar refugio en Chivit, Stzelejpotobtik, Yetón y cabecera municipal, por que los hombres armados incursionaron en sus poblados par quemar sus hogares.

Foto: Especial

La disputa de las 60 hectáreas inició en los años 70 del siglo pasado, cuando 115 comuneros de Aldama, entonces ejido de Chenalhó, reclamaron como suyas las tierras, pero fue hasta el 2009, que el Tribunal Unitario Agrario, les reconoce como dueños legítimos.

La creación de Aldama como municipio, en el gobierno de Roberto Albores Guillén, aviva el conflicto y a pesar de que el Tribunal Unitario Agrario reconocía como los legítimos dueños a los 115 comuneros, tzotziles de Chenalhó, exigía que se les reconociera como suyo el territorio que se ubica una hondonada donde corre un río, con tierras para la siembra de maíz, café, frijol y hortalizas.

Es durante el gobierno de José López Portillo, cuando los habitantes de Santa Martha (Chenalhó), quieren apoderarse del territorio de Aldama, para saquear y quemar siete casas.

Es en el 2018, cuando se registran agresiones armadas con decenas de desplazados que parten de Xuxch’en, Cocó, Tabac, San Pedro Cotzinam, Yetón, Chivit, S’tze y Justón, que horas después se refugian en la cabecera municipal de Aldama, lugar hasta donde han llegado algunas balas de grueso calibre.

Dos años después, los tzotziles de Aldama y Chenalhó parecen llegar a un acuerdo para poner fin a la disputa de las 60 hectáreas, por lo que acuerdan repartirse el territorio con 32.5 hectáreas para el primero municipio y 27 para el segundo.

Pero al paso de los días, los habitantes de Chenalhó rompen el acuerdo y entonces los grupos armados cruzan la franja en disputa y agreden a habitantes de Chayunté, donde queman casas y roban pertenencias y corren a los habitantes.

Los tzotziles de Chivit que en tzotzil significa mercado, cuentan que es en el gobierno de la alcaldesa Rosa Pérez Pérez del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), (2015-2018), que los grupos armados lanzan una ofensiva con disparos hacia las comunidades en un intento por quedarse con las 60 hectáreas.

Pero aunque la alcaldesa se fue, en su lugar quedó Abraham Cruz Gómez, su extesorero, que ahora va por su segundo periodo de gobierno y lejos de encontrar una saluda al conflicto agrario, el accionar de los grupos armados no ha cesado, ya que solo en octubre se registraron 302 acciones de hostigamiento armado en contra de habitantes de Aldama.

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