José Moreno.

Aldama, Chis.-A raíz del hostigamiento que ha perpetrado el grupo armado que opera en Chenalhó, contra comunidades del municipio de Aldama, por la disputa de 60 hectáreas, la vida de las mujeres tzotziles ha cambiado, ya que ahora han dejado de ir a sus parcelas a recoger leña, sembrar y cosechar café, por lo que no tienen otra opción que dedicarse a elaborar textiles.

Verónica López Díaz, una de las 20 mujeres que integran la cooperativa de artesanas Leck Lilal Lumaltik, dice que a raíz de los constantes disparos desde el municipio de Chenalhó, mantiene a las familias “muy tristes”, porque no pueden hacer su vida como antes, es decir, ir a trabajar sus terrenos que tienen cerca de la franja en disputa.

Ante el temor de que mueran de un disparo de arma de fuego, los hombres y mujeres han preferido quedarse en casa para confeccionar textiles, pero a raíz de la pandemia, tampoco puede viajar constantemente a San Cristóbal de las Casas, a 48 kilómetros de distancia para ofertar su artesanía, porque representa un gasto de cien pesos, pero cuando llegan a la ciudad, se encuentran que los turistas no quieren comprar sus prendas.

El hostigamiento armado acentuó la pobreza en las comunidades y cabecera municipal, porque ahora las mujeres no pueden aportar recursos a su hogar, aunque para elaborar una prenda en telares de cintura, deben invertir hasta más de tres meses.

De Aldama es el artesano Alberto López, que antes de la pandemia logró exponer sus textiles en la Universidad de Harvard, pero no todas las artesanas tienen la misma suerte que él, porque deben esperar muchos meses para vender una pieza. «Necesitamos apoyos, porque aquí no vienen compradores», explica María Magdalena Vázquez Sántiz.

Los textiles de Aldama se distinguen por su elegancia como el muk ta lunch (diseñó del Universo), en forma de rombo, que se puede hallar en algunos códices mayas, explica la joven.

En las últimos tres días, los tzotziles de Aldama registraron hasta 47 hostigamientos armados desde Chenalhó, lo que obligó a deenas de familias abandonaran sus hogares, pero en las recientes horas, solo cinco se encontraban en Chivit.

Las balas que parten desde el punto de Chuchté 1, han llegado a impactar hasta en viviendas y edificios de la cabecera municipal de Aldama, pero las comuidades en mayor riesgo son las que se ubican cerca de la franja en disputa, a pocos kilómetros de Santa Martha, Scalum, Yuc Ventana, Sjumka’ e Ikalum.

“Los disparos son del diario; por eso ya no podemos ir a nuestras parecelas”, explica un hombre de la comuidad Chivit.

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