“Nos dejaron solos, y ahora el único camino es defendernos”
Fredy Martín Pérez
Las armas que tomaron los ejidatarios de la comunidad Rafael Cal y Mayor, son para “defender el territorio”, porque después del fallo de Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que determinó que 160 mil hectáreas de Chiapas, deberán pertenecer a Oaxaca, “nos han dejado solos” y ahora es el único camino que les queda para “defendernos”, declararon habitantes del área.
Una comisión de ejidatarios de Cal y Mayor se trasladó a Tuxtla para tratar de hablar con funcionarios de la Secretaría de Gobierno, en un intento para evitar que su territorio pase al estado de Oaxaca.
Los campesinos aseguraron que después del fallo de la SCJN, “nos quedamos solos cuando más lo necesitábamos” porque ni los diputados federales, senadores de Chiapas o la alcaldesa de Cintalapa, Alejandra Aranda, no han alzado la voz para defender el territorio.
“Los campesinos tampoco no estamos dispuestos a perder lo que nos corresponde por ley”, aseguró el comisariado ejidal de Rafael Cal y Mayor, Heriberto Cruz Ramírez, por lo que “por acuerdo en toda la zona”, tomaron las armas para poder defender el territorio que poseen desde hace medio siglo.
La guardia comunitaria, como llaman a los hombres armados que ya realizan recorridos por el área que deberá pertenecer a Oaxaca, “es para defender” el territorio, “nuestro patrimonio que tenemos”, expuso a los medios de comunicación.
“La lucha es justa para defender algo que es nuestro”, como son las siete mil 400 hectáreas de la comunidad, de las 160 mil que estaban en territorio chiapaneco y que ahora deberán pertenecer a Oaxaca.
Pero habitantes de comunidades cercanas a Rafael Cal y Mayor, manifestaron su molestia para la presencia de los hombres armados, según denunciaron.
Los habitantes que se encuentran en los alrededores de Rafael Cal y Mayor, no tienen problemas para poder entrar a la comunidad para abastecerse de alimentos, contrario a los de Santa María Chimalapas, Oaxaca, que viven atemorizados por los hombres armados.
“A nosotros no nos han dicho nada, porque el problema, no es con los campesinos, si no con el gobierno (…) con la Suprema Corte que dio el fallo a favor de Oaxaca. Con nosotros está libre el paso. A nosotros no nos van a decir nada”, informó un campesino de la zona.
Y agregó que los hombres armados “que se hacen pasar como defensas comunitarias”, ha traído molestia, porque incluso algunos habitantes de Rafael Cal y Mayor “no están de acuerdo” con el uso de las armas, pero otros han manifestaron su beneplácito, “pero otros no lo ven bien”.
Dio a conocer que los habitantes de Rafael Cal y Mayor buscan llegar a Santa María Chimalapas (Oaxaca) o a Cintalapa (Chiapas), para ver cómo van trabajar ahora con las autoridades, porque “no les queda más que aceptar que ser oaxaqueños”.
Entre los acuerdo en Rafael Cal y Mayor, es que a partir de ahora, no van a permitir la entrada de más gente en la zona, porque en los últimos años llegaron familias de varias regiones de Chiapas a comprar terrenos, por lo que “tomaron un acuerdo para no meter más gente de otros lados, porque los que ya están ya están”.
Y agregó que ante el fallo de la SCJN, lo único que esperan los habitantes de Rafael Cal y Mayor es que les respeten como suyas las siete mil 400 hectáreas que poseen, porque uno de los temores de pertenecer a Oaxaca es que Santa María Chimalapas, son terrenos comunales y eso es lo que quieren, “pero sí se respeta sus trabajaderos o sus parcelas, entonces estarían de acuerdo” a pertenecer a Oaxaca, explicó el campesino.
De las 160 mil hectáreas que se encontraban en Chiapas y que ahora con la resolución de la SCJN, pasarán al lado de Oaxaca, 84 mil hectáreas son del municipio de Belisario Domínguez, que agrupa a 16 comunidades.
Además de Rafael Cal y Mayor, se encuentran Flor de Chiapas, Gustavo Díaz Ordaz y otras 13 que en el 2005 les quitaron las claves de identidad con el número 07 y les entregaron la 020, del estado de Oaxaca, pero en el censo del 2010, funcionarios del INEGI se comprometieron a hacer “la encuesta correcta para devolverle las claves a estas localidades a Cintalapa, Chiapas”, informó el exgobernador Juan Sabines Guerrero.
En un escrito que publicó el Sabines Guerrero, explicó que el argumento del INEGI fue que no se les podía devolver las claves porque los habitantes de las 16 comunidades “no dejaron entrar a los encuestadores (por lo que) las localidades en mención seguirían en el limbo”.
Pero según Sabines Guerrero, “para que hubiera paz social, democracia, desarrollo, autoridad y presupuesto, fue necesario fundar en el 2011 el municipio de Belisario Domínguez, en el territorio que abarcan 16 localidades que durante décadas tuvieron clave del municipio de Cintalapa, Chiapas, lo que en el marco del estado de derecho, permitía a los tres órdenes de gobierno, destinar recursos y acciones en beneficio de su población”.
Pero ahora esas 84 mil hectáreas de Belisario Domínguez, deberán pertenecer a Oaxaca.