Cardenal Felipe Arizmendi da positivo a Covid

Informó que solo tiene ligeras molestias en la garganta y un poco de fluido nasal

Fredy Martín Pérez

San Cristóbal de las Casas, Chis; 11 de enero.- El Cardenal y obispo emérito de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel aseguró que en las recientes horas, mejora su salud, después de que se contagió de Covid, con lo que salió al paso para aclarar rumores de que había sido víctima de un enfrentamiento armado entre militantes de Morena y fieles católicos.

En un mensaje que envío el cardenal originario del Estado de México, dijo que “gracias a Dios todos vamos mejorando en la salud, con algunas molestias que nos quedan por el contagio de Covid”.

Así sus familiares que están cerca de él, como su hermana Coca, “más o menos bien”; Lupita, y José Alberto “mejorando”; y Juanita, “que es hermana de Lupita, que vino de vista, está bien.

Mientras que él, dice tener “un poco de alta presión, pero sin sensaciones molestas” y sin duda, “vamos mejorando, gracias Dios y sus oraciones. Adelante y cuídense”, agregó.

Desde el lunes por la noche, a través de WhatsApp y Twitter difundieron mensajes, donde se decía que el cardenal había sido víctima de un enfrentamiento armado.

“Acaban de asesinar a monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas”, se leía en el mensaje, donde se aseguraba que había sido víctima colateral de una “balacera en la que perdió la vida, (que) se desato luego de una trifulca causada por militantes de Morena y un puñado de feligreses que protegían al prelado”.

Felipe Arizmendi Esquivel fue obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, a partir del año 2000 y el Papa Francisco le aceptó su renuncia al cumplir 75 años de edad, el 3 de noviembre del 2017, para luego trasladarse a su residencia, a la arquidiócesis de Toluca.

Pero el 25 de octubre del 2020, el Papa Francisco lo nombró Cardenal.

Antes de llegar a San Cristóbal de las Casas, Arizmendi Esquivel había sido obispo de la diócesis de Tapachula a partir de 1991.

El 1 de junio del 2020, el cardenal resultó herido durante una balacera que se registró en el Estado de México.