Tuxtla Gutiérrez, Chis 15 Ene.- Miles de pobladores de la colonial ciudad de Chiapa de Corzo, desafiaron al Covid 19, al reunirse y salir a las calles para danzar en honor al Cristo de Esquipulas, Jesús crucificado, patrono de los Parachicos (danzantes tradicionales ) a pesar de haberse multiplicado los casos de Coronavirus y su variante ónicrom en el último mes en Chiapas.
“El encierro de estos años que estamos de la pandemia, nos ha enfermado más todavía, por lo que es tiempo de salir para poder curar el alma y principalmente el corazón que tenemos destrozado por todos los que se fueron”, dijo Guadalupe Rubisel Gómez Nigenda “patrón” de los Parachicos.
“Salimos con fe, porque también las danzas son de sanación, y hoy bailamos por eso en memoria de los que se fueron”, agregó.
Todos los años del 8 al 23 de enero, desde hace 311 años, esta ciudad localizada a unos 25 kilómetros de la capital Tuxtla Gutiérrez, en los márgenes del Cañón del Sumidero, se viste de colores y música.
Al sonido de flautas, tambores y sonajas de morro y hojalata los pobladores conviven con danzas y ceremonias religiosas que forman parte de la Tradicional Fiesta Grande que se realiza en honor al Señor de Esquipulas, San Antonio Abad y San Sebastián Martir.
La pandemia del Covid 19 suspendió por un año en el 2021 la celebración donde los parachicos recorren las calles durante todo el día, hasta la noche cargando las imágenes religiosas veneradas.
Este año, dijo Gómez Nigenda, el recorrido será diferente, los danzantes solos visitarán los templos y no acudirán a las casas, para evitar contagios, donde de acuerdo a la tradición las familias preparan un guisado tradicional, la pepita con tasajo.
De hecho el atuendo de los parachicos les cubre toda la cara, portan una máscara, un tocado que llaman montera elaborado con fibra de ixtle, un sarape, cintas de colores, pantalones bordados y en la mano, una sonaja, lo que les da tranquilidad de no contraer contagios.
Arturo Cruz Ruiz, un hombre de 78 años, cuenta que tiene danzando 74 años, por lo que después de vacunarse con las dos dosis y el refuerzo, “ya no podía esperar, sino no salgo a bailar, se me hinchan los pies”, dice.
“Vestirse de Parachico es pasión, es entrega, se viste, se canta, se llora y se sale a danzar porque se tiene una manda, un agradecimiento, una petición al santo de tu devoción”, así describe el momento Carlos Rafael Camacho.
En la víspera de la salida masiva de los parachicos, el alcalde de la ciudad, Leonardo Cuesta Ramos, informó que debido a que la fiesta tradicional que se conforma de música, danza, artesanías, gastronomía, ceremonias religiosas y otras diversiones que genera mucha aglomeración de personas, el cabildo por recomendación de la Secretaría de salud, decidió suspender la feria comercial, dejando abierto las actividades religiosas y tradicionales.
Pero el gran número de devotos que son los Parachicos danzarán los días 15, 17, 18, 20, 22 y 23 de enero, como lo marca la tradición.