Obligan al alcalde de San Cristóbal a cancelar proyecto de remodelación del principal mercado de la ciudad

Locatarios del mercado José Castillo Tiélemans, la principal central de abastos de San Cristóbal de las Casas, obligaron al presidente municipal, Mariano Diaz Ochoa, firmar su compromiso de que no llevará a cabo obras de remodelación en el lugar.

“Que firme; para la otra vendremos todos, ahora sólo somos locatarios. Para la otra vendremos armados. Ahora somos pocos”, gritó uno dentro de lo más de cien indígenas locatarios que lo rodearon y jalonearon a la salida de la sesión del cabildo que se realizó en el Centro de Convenciones de El Carmen.

-¡Es mentiroso. Llévenlo a Chamula! -gritó uno de los tsotsiles.

Rodeado y en medio de gritos, Díaz Ochoa, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y quien gobierna el municipio por tercera vez, aceptó firmar en una libreta, junto con otros funcionarios. “No se va a tocar nada si la gente no está de acuerdo”, señaló.

“La gente está harta de trampas y engaños. En vez del mercado, compongan las calles, hay un chingo de baches. Sólo venimos a defender nuestro patrimonio”, gritó uno de los locatarios.

De acuerdo con fuentes extraoficiales, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), destinaría más de 150 millones de pesos para la remodelación o reconstrucción del mercado José Castillo Tiélemans, construido hace alrededor de 50 años, pero que se encuentra relativamente cerca del centro de la ciudad.

Durante varios minutos, los indígenas estuvieron gritando y presionando para que el alcalde y otros funcionarios del ayuntamiento estamparan su rúbrica sobre la libreta, sin un documento de por medio.

En el encuentro una persona lo cuestionó: “hace doce años, nos ibas a sacar, llegaste con los elementos a sacarnos”.

“Ya quedamos, no se hace nada”, dijo Diaz Ochoa al verse rodeado. Enseguida le gritaron: ¡“Queremos refrescos”!, por lo que sacó de su bolsa unos billetes y se los dio.

Otros locatarios de la central de abastos, afirmaron que las personas que protestaron “ni siquiera trabajan en el mercado; el grueso de esa gente no es locataria de la nave principal; ¿cómo podrían oponerse a algo que les compete a los locatarios decidir?”.