Fredy Martín Pérez.
San Cristóbal de las Casas, Chis.- A finales del 2020, Micaela Giacobone Schwartz dejó de percibir la pensión que su exesposo Elmar Seltzer Pedrero le depositaba para la manutención de sus tres hijos, por lo que sin dinero, encontró trabajo en los Estados Unidos, pero días antes de viajar, cuando quiso viajar le llamó a su excónyuge para decirle que tenía que ir a buscar casa, pero él con buen talante, le respondió que le dejara a los niños, pero era una trampa para arrebatárselos.
Durante un año y tres meses, Micaela ha buscado a sus hijos en casas de Tuxtla y San Cristóbal de las Casas, pero a los domicilios que ha acudido le dicen que ahí no viven, pero lo peor es que hace apenas unos días, se enteró que Elmar Seltzer Pedrero, hijo del exgobernador interno de Chiapas, Elmar Seltzer Marselle, lo demandó y ahora exige el depósito del 60% de su salario para los tres niños.
Ese noviembre de ese año, cuando Micaela conversó con su excónyuge y acordaron que sería en febrero del 2021 cuando regresaría a México para desocupar la casa donde vivía con sus hijos, y donde guardaría las cosas, pero cuando volvió ya no pudo ver más a sus hijos. La casa estaba vacía.
Durante ocho años de haberse separado del hijo del exgobernador chiapaneco, Micaela mantuvo una relación de respeto, hasta que a finales del 2020 dejó de depositar la pensión alimenticia y fue cuando se preocupó para obtener recursos y fue cuando encontró trabajo en los Estados Unidos, país donde ella y los tres niños tienen la nacionalidad.
Hija de madre nativa de los Estados Unidos y padre argentino, Micaela estudiaba la licenciatura en Derecho en la Universidad de las Américas, en Puebla, hasta que decidió terminar la carretera en la Facultad de Derecho en San Cristóbal de las Casas, donde conoció a Elmar, con el que procreó tres hijos, hasta que se separaron en 2012, pero él pasaba los fines de semana con los niños.
Una vez separada de los niños, Micaela quiso ver a sus hijos, pero Elmar le dijo que no era posible, porque no la querían ver. “Yo regreso de los Estados Unidos para tratar de verlos y tampoco me deja. Luego me deja ver a la niña una hora y del otro niño, me dice que no me quiere ver”, explica en entrevista.
De los dos varones, uno acaba de cumplir 18 años y el otro 12, pero la niña de 9, es la que más extraña a su madre. El año pasado con motivo al Día de las Madres, a través del teléfono de una amiga con la que había ido a dormir le mandó un video donde le decía: “Mami te extraño. Eres la mejor mamá del mundo”.
Micaela sabe que la niña quiere no solo hablar con ella, sino volver a su lado, pero Elmar le promete que hablará con ella, para que acuerden el momento del encuentro, pero sabe que le dice: “Me voy a poner de acuerdo con tu mamá para que vuelvas a su lado”.
Desde que Elmar le arrebató a los niños, Micaela solo ha podido ver a la niña en una ocasión y durante una hora, pero el de 12 años, le ha dicho que no la quiere ver, pero cree que es manipulado por el padre”, para tratar de romper vínculos de unión.
La joven abogada cuenta que durante la pandemia vivió los peores momentos de la separación de sus hijos, porque por las noches despertaba en llanto, porque quería saber cómo se encontraban ellos, en qué condiciones vivían y como estaban enfrentado la pandemia.
Fue hasta hace unas semanas que Micaela supo que cientos de mujeres de México viven la misma condición de ella, por su condición de género, donde el cónyuge se aprovecha de las instituciones gubernamentales para arrebatarles a sus hijos con diferentes pretextos.
Esto que vive Micaela se llama violencia vicaria, que tiene su origen en “la violencia de género”, pero que se ubica en la “penúltima de las violencias de género, porque normalmente para llegar hasta ahí, es que se pasó por otros tipos de violencia: económica, psicológica, física y lo que sigue es el feminicidio”. “Lo que se busca es dejarnos muertas en vida. Es como un asesinato”, agrega.
En la mayoría de los casos, esta violencia que ejercen los padres se convierte en una “tortura para nosotras las madres y también para los niños”.
Hace unas semanas, Micaela se unió al Frente Nacional Contra Violencia Vicaria, donde se ha la elaborado una iniciativa de ley, con la ayuda de la Secretaría de la Mujer, que ha sido presentada en los Congresos de Morenos, Puebla y Tabasco y el próximo 8 de marzo será en Chiapas.
Las mujeres buscan que se apruebe la Ley vicaria en los Congresos, para conseguir que se legisle a favor de “una vida libre de violencia y que se hagan reformas en los Códigos Civil y Penal”, explica.
La abogada informa que en el Frente han identificado que en la mayoría de los casos de violencia vicaria “se involucra la pareja actual del padre, que regularmente no puede tener hijos. Eso me pasó a mi. Mi caso es igual al de todas. Es la misma forma de operar de los hombres y se ha llegado a la conclusión de que son psicópatas narcisistas y son gente muy charmig”.
Giacobone Schwartz sostienen que en la violencia vicaria, hay instituciones que se coluden con el opresor, desde abogados leguleyos y Jueces que acatan las demandas, para que las madres puedan perder sus hijos, mientras que directivos de escuelas niegan el derecho a la madre a acceder al plantel educativo para visitar a sus hijos.
Desde los Juzgados se “protege al hombre”, considera. “México y el sistema jurídico institucionalizado está al servicio del hombre. Ahorita es el momento de exponer esto porque hay más apertura al tema de género y todo lo que está pasando con los derechos de la mujer”.
Recientemente supo el caso de una mujer que acudió a la escuela para ver a sus hijos, pero cuando los niños vieron a la madre, no daban crédito, porque el padre les había dicho que ella había fallecido. Hay otras mujeres no han visto a sus hijos entre ocho a diez años.
Pero el caso de Giacobone Schwartz, es similar al caso que vive Mayté López, que en el 2018, su cónyuge el exlíder del PRI en Chiapas, Noé Castañón, le arrebató a tres de sus hijos.
Se acaba de enterar que el Juez Civil de San Cristóbal de las Casas, que debe “pagar una pensión provisional del 60% de su salario, pero para iniciar yo no tengo un sueldo como para pagar nada”, dice sorprendida.
En este año y dos meses, nunca ha recibido una notificación del Juzgado, porque la casa donde vivía con sus hijos, vive otra familia, por lo que considera una acción violatoria del Juez y los abogados de Elmar, que están buscando que concluya el proceso.
En este tiempo Elmar despojó a Giacobone Schwartz de todos sus bienes “mediante una trampa” y ahora con la ayuda de sus abogados consiguieron que el Juez admitiera la demanda el mismo día que la promueve y a los tres días “me fija una pensión alimenticia sin saber si yo tengo o no tengo dinero y ese Juez me manda a notificar a domicilios donde yo no vivo, en un estado donde ya no vivo, en una ciudad donde ya no vivo”, remata.