La otra tragedia de la comunidad Nueva Victoria de San Fernando; el olvido y la marginación

Los heridos no están recibiendo la atención adecuada

San Fernando, Chis. 12 Abril.- La comunidad “Nueva Victoria”, municipio de San Fernando, se preparaba este domingo para votar en el ejercicio de la revocación de mandato. Durante este gobierno, es la primera vez que el poblado Zoque Tsotsil, recibía apoyos del gobierno federal. Estaban contentos y dispuestos a apoyar, pero denuncian que el director de Protección Civil del ayuntamiento, Ivan Alenjadro López Aquino los amenazó para hacerlo.

La comunidad en extrema pobreza, es de difícil acceso. Para llegar a ella se necesita recorrer un camino de terracería que la une con la cabecera municipal luego de hora y media de manejo.

El domingo, día de la tragedia, tres camiones de carga con pobladores salieron del poblado enclavado en las montañas rumbo a la cabecera municipal. Poco antes de llegar, un camión de redilas que los transportaba volcó, cayendo a una barranca de más de 150 metros de profundidad.

Como pudieron, los pasajeros de los otros vehículos, ayudaron a sacar a los lesionados. Los menos golpeados ayudaron a los más golpeados. Sin embargo, dos mujeres que según viajaban en la cabina, no pudieron salir; fallecieron en el lugar.

Este martes, la tragedia aún se siente entre los pobladores que decidieron retener al director de seguridad pública del ayuntamiento, Francisco Jiménez Viza, para exigir a las autoridades la atención médica debida a ocho de los lesionados, ya que presentan dolores intensos y no se les han realizado los estudios correspondientes que descarten lesiones mas severas.

Ese desdén de las autoridades, es otro de los agravios que mantiene a la comunidad indignada y decepcionada. Dicen que por ser pobres, no reciben una buena atención médica digna.

Fabián Vázquez Hernández, un joven de 20 años, al igual que el resto de los lesionados, reposa sus heridas en una cama hecha de forma rudimentaria con material de concreto, su esposa María Isabel Hernández, relata que en el hospital de Tuxtla Gutiérrez donde los tuvieron unas horas, a los heridos sólo se les proporcionó medicamentos contra el dolor. No les hicieron estudios que permita conocer el tipo de lesiones y el tratamiento que se requiere.

Entre los heridos también se encuentran dos hombres de 60 años, Cristóbal y Jesús Villareal Diaz, quienes cuidan el vivero del programa Sembrando Vida, fundado durante este sexenio, y que les permite completar sus ingresos del campo.

Ellos relatan que están contentos con los apoyos que les brinda el Presidente Andrés Manuel López Obrador, que nunca habían llegado a la comunidad, “ibamos gustosos a votar”, relata don Jesús, pero dice que lo que más les duele es que los hayan amenazado.

Petrona Vázquez González de 29 años, una de las fallecidas, dejó en la orfandad a cuatro niños varones y una niña de año y medio que viajaba con ella, y que debate entre la vida y la muerte en un hospital de Tuxtla Gutiérrez. Su esposo, Juan Carlos Jimenez Hernández al caminar se le notan las secuelas del accidente y lamenta la falta de atención.

Dice que está preocupado por su hija que ha sido operada dos veces, y por su salud, porque podría faltarle a sus hijos.

Juan Carlos solicita becas para sus hijos, porque ahora dice: “yo me convertí en Padre y madre para ellos”.

La cabecera a municipal de San Fernando está a solo 20 minutos de la capital Tuxtla Gutiérrez, su clima templado contrasta con el calor de la capital chiapaneca.

Ese clima atrae a la clase media tuxtleca que construye sus casas de descanso sobre la carretera que comunica a este municipio zoque con Tuxtla Gutiérrez. En contraste, el 15 por ciento de su población vive en pobreza extrema. Muchos de sus habitantes tienen que trasladarse a la capital de Chiapas a laborar.