Con la presencia del presidente, Raúl Vera López, obispo emérito de Saltillo Coahuila, y de los miembros del consejo directivo, así como del titular de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez y representantes de diferentes agrupaciones de la sociedad civil, asumió el cargo como nueva directora del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba), Dora Lilia Robledo García.
Al tomar protesta por un período de tres años, la nueva directora del organismo que fundó el extinto obispo Samuel Ruiz García en marzo de 1989, expresó que “será un reto” dirigir al Frayba, en el que lleva trabajando 14 años, y aunque “sé que no es fácil, tengo un gran equipo y mucha gente que está acompañándome”.
En el evento, el Frayba reafirmó su “compromiso de caminar junto a los pueblos que luchan y defienden la tierra y el territorio, de quienes ejercen la autonomía y libre determinación a pesar de las adversidades, omisión y aquiescencia de los gobiernos, quienes además de administrar los conflictos, no llevan a cabo acciones efectivas para detener y atender debidamente las violaciones graves a los derechos humanos que se viven en Chiapas”.
Señalaron que “en los gobiernos federal y estatal persiste un patrón común, a quienes defienden los derechos humanos y la vida les asesinan, criminalizan, amenazan y torturan en medio de un racismo y discriminación estructural; la violencia generalizada emanada de la disputa entre grupos del crimen organizado por el control de territorios, la captura y complicidad con las instituciones es intensa, así como la proliferación de diversos actores duros que actúan con impunidad”.
“Hay que sumar el conflicto armado interno no resuelto, la renovada presencia militar, el ejercicio de autogobierno impulsado desde distintas propuestas comunitarias y las constantes agresiones a la autonomía zapatista en medio de un ominoso silencio del gobierno mexicano, así como el impulso de megaproyectos y programas sociales impuestos en las comunidades, que favorecen la división comunitaria y el despojo territorial”.
Mientras tanto “existe una crisis humanitaria en torno al fenómeno del desplazamiento forzado interno; alrededor de 14 mil 893 personas han atravesado por esta situación debido a la violencia generalizada y la impunidad constante por parte de la inoperancia y omisión del Estado mexicano. La tortura es también una práctica generalizada y sistémica que sigue instalada como un mecanismo para simular justicia y fabricar culpables, dejando un grave impacto en las víctimas, sus familiares y la sociedad”.
La toma de posesión de Roblero en sustitución de Pedro Faro Navarro, se realizó este lunes en las oficinas del Frayba.
En su intervención, Raúl Vera López afirmó que “la vida de Frayba es un caminar que se va renovando y escrudiñando en la historia y especialmente la que acompaña a los pueblos indígenas en Chiapas”, al tiempo de agregar que “no podemos bajar la guardia” en la defensa de los derechos humanos.
El sacerdote Gonzalo Ituarte Verduzco, miembro del consejo directivo, recordó que al fundar el organismo, el obispo Ruiz García “quiso que el Frayba no fuera de los pueblos, sino para los pueblos, lo que aseguró, “ha sido una realidad porque está en medio de los pueblos y de la gente con un sello particular hacia el mundo indígena, pero no limitándose a ello, sino que desde la mirada de los pobres, desde la lucha histórica y desde la identidad ha sido presente de grandes valores que se redescubren y recrean en el caminar de toda esta gente que nos ha formado, construido y transformado”.