Edgar H. Clemente
Tapachula, Chiapas. Mayo 27.— Un grupo de 45 migrantes que habían sido asegurados por el Instituto Nacional de Migración y serían ingresados a la Estación Siglo 21- de donde diariamente son deportados decenas a sus países de origen – fueron liberados por otros extranjeros durante una protesta en esta ciudad de la frontera sur.
Dos camiones de la empresa ETN-Turistar, contratista para el traslado y deportación de migrantes detenidos por el INM, procedente de Tuxtla Gutiérrez se disponían a ingresar al inmueble federal considerado la estación migratoria más grande de Latinoamérica pero cientos de migrantes que protestaban en el exterior les impidió el paso.
Los manifestantes se abalanzaron contra las unidades y exigieron la liberación de sus connacionales de diversos países.
Después de varios minutos de reclamos, los agentes del INM que custodian los camiones accedieron a dejarlos en libertad.
Agentes de la Guardia Nacional custodiaron el interior de la Estación Migratoria, sin confrontar a los manifestantes.
“Me detuvieron y tenía visa y eso no me salvó. Aquí en México no nos dejan avanzar (a los Estados Unidos)”, dijo un migrante que descendió del camión y mostró la tarjeta de visa humanitaria expedida por el INM.
Los liberados se sumaron a la protesta que por segundo día consecutivo realizan cientos de migrantes en la frontera sur para exigir agilidad en sus tramites de regularización.
De no tener respuesta a sus demandas advirtieron que realizarán una Caravana el próximo 6 de junio, cuando también inicie en Estados Unidos la Cumbre de las Américas.
El activista Luis García Villagrán, Coordinador del Centro de Dignificación Humana AC, lamentó que las autoridades mantengan un plan de contención cuando diariamente siguen llegando cientos de personas practicante obligados a dejar sus países.
“Una cosa nada más queremos, una visa humanitaria para (transitar por) todo el territorio nacional por un año. Y está en la ley, no estamos pidiendo nada que no esté en la ley”, dijo durante la movilización.
Según el defensor de derechos humanos, por esta región del país ingresan cada año un aproximado de un millón de migrantes que buscan una mejor condición de vida.