Sale octava Caravana migrante de frontera sur

Edgar H. Clemente

Tapachula, Chiapas. Junio 24.— Las caravanas no cesan en la frontera sur de México y un nuevo grupo, el octavo del año, partió esta mañana en busca de llegar a la frontera con Estados Unidos.

Apenas hace dos semanas un contingente de unas 5 mil personas avanzó mientras simultáneamente los líderes de América discutían temas relacionados al fenómeno migratorio en Los Ángeles.

La nueva Caravana no quiere documentos sino que las autoridades les permitan el paso por el país ya que aseguran incluso los que tienen visa humanitaria son devueltos al sur cuando intentan avanzar al norte.

“La marcha no quiere permiso de 30 días, la marcha no quiere visa humanitaria, queremos que las organizaciones y el gobierno (…) nos habiliten un corredor humanitario ”, expresó el venezolano Jonathan Ávila, uno de los autonombrados líderes de la Caravana.

Los extranjeros piden autobuses y que en su trayecto por México hacia los Estados Unidos les brinden ayuda para las mujeres y niños, principalmente.

“La visa no sirve, con la visa los devuelven, las rompen”, apuntó.

Los migrantes han decidido organizarse por cuenta propia, a diferencia de otros movimientos que han sido liderados por activistas como Luis García Villagrán, del Centro de Dignificación Humana AC, e Irineo Mújica, de Pueblos Sin Fronteras, que en esta ocasión no participan.

“(La espera) es un gasto demasiado grande, te ponen a que vayas de un lugar a otro. Ve a Comar Cafeto, ve a Migración, yo que estuve en Siglo 21, ve a Siglo 21 los lunes a firmar, no te dan el papel aquí, ve al centro. Entonces uno en ese juego puede gastarse 100 o 150 (pesos) al día, tienes que comer en la calle, si estás en un refugio cuando tú quieres volver ya no te guardan comida”, explicó la colombiana Janet Rodas, que viaja con su pareja Venezolana y una bebé.

Carlos Guzmán, de Honduras, viaja con su esposa y cinco hijos quienes decidieron unirse a la Caravana y no esperar los tres meses para su cita en septiembre ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados.

“Demasiado tiempo nos extendieron la cita, por esa razón decidimos caminar”

“Uno sale de su país no porque uno quiera sino porque se ve obligado a salir del país”, añadió el padre de la familia hondureña.

La frontera sur se ha convertido en una gran estación migratoria porque a los extranjeros no se les permite salir de la región incluso con documentos.

Esta semana colectivos que agrupan a más de 60 organizaciones recorrieron la frontera con Guatemala y observaron abusos y opacidad de las autoridades.

Melissa Vertiz, Secretaria Técnica del Grupo de Trabajo sobre Política Migratoria, dijo que entre las conclusiones del recorrido de observación está exigir que la Guardia Nacional deje de funcionar como ente de control migratorio, que se les permita a migrantes continuar sus trámites en otros Estados del país y no contenerlos en el sur.

El Senador de la República, Emilio Álvarez Icaza, que acompañó a los colectivos, advirtió que lo que ocurre en la frontera sur es una bomba de tiempo que puede desencadenar una espiral de violencia.

“No hay conciencia de la crisis humanitaria que vive la frontera sur, no se tiene dimensión de lo que aquí ocurre y se está dejando a su suerte”, comentó en conferencia de prensa el jueves.

Mientras tanto las oficinas de Comar e INM en Tapachula, donde se concentran el 70 por ciento de las peticiones de regularización de todo el país, continúan atestadas diariamente.