Este martes el Pueblo Creyente realizará una marcha peregrinación por la Paz y la justicia

Tuxtla Gutiérrez, Chis. 3 Julio.- La Diócesis de San Cristóbal de las Casas, denunció el aumento de la violencia en Chiapas, persecución por parte del gobierno a defensores de la vida, así como describe zonas y municipios del estado donde se presentan situaciones de conflicto.

Los obispos Rodrigo Aguilar Martínez y Luis Manuel López, manifiestan en un comunicado que “al hacer un trabajo de acompañamiento en el sufrimiento de los pueblos y buscar la verdadera vida para los mismos, se afectan los intereses de personas y grupos que sólo buscan la máxima ganancia a cualquier costo, sin importar el sufrimiento de las y los más pobres.

Foto: Diócesis de San Cristóbal

“Cuando una comunidad se organiza para defender su tierra y territorio, para cuidar de su gobierno comunitario por usos y costumbres; cuando se denuncian las injusticias que cometen a veces las mismas autoridades” de las comunidades y de todos los niveles, reaccionan en su contra, afirmaron.

Señalan que muchas y muchos han sido desplazadas y desplazados de sus hogares por la violencia que impera a su alrededor y por cuidar su vida y la de los suyos, perdiendo todo el patrimonio que con muchos sudores y lágrimas habían logrado.

“Desgraciadamente también en nuestro querido estado de Chiapas ha aumentado en los últimos años, esta situación de violencia e inseguridad. Recordamos los asesinatos del año 2021: el 5 de julio de Simón Pedro, ex presidente de las abejas de Acteal, del Fiscal indígena Gregorio Pérez, muy cercano a su centro de trabajo; del periodista Fredy López Arévalo; y en 2022: de la señora Paula Ruíz y el mes pasado del presidente municipal de Teopisca, entre otras muchas personas más”.

Nuestra Iglesia diocesana, dice la Diócesis, “también ha sido mediadora en varios de los conflictos que se han suscitado en nuestro estado, siempre en contribución a la búsqueda del diálogo y la reconciliación, por la vía pacífica, pero ese trabajo, arduo y nada fácil, trae muchas veces la ingratitud de alguno de los actores involucrados cuando solamente persiguen sus ambiciones egoístas y no la búsqueda del bien común”.

Todo lo anterior, destacan los obispos, “ha traído como consecuencias amenazas e intimidaciones contra los y las agentes de pastoral de nuestra diócesis, en varias de las zonas, entre las que más destacan, desde hace varios años, las que se hacen contra nuestro agente de pastoral presbítero Marcelo Pérez Pérez, y que en estos últimos días han incrementado”.

Pero también La mayoría de las Zonas de nuestra Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, presenta situaciones de conflicto:

Zona Tsotsil: Comunidades de los municipios de: Chenalhó, Aldama, Simojovel, Chalchihuitán, Pantelhó, Chamula, Amatán, El Bosque y Huitiupán.

Zona Chol: Municipios de Tila, Salto de Agua, Palenque.

Zona Chab: Municipios de Chilón, Sitalá.

Zona Tseltal: Municipio de Oxchuc, Cancuc y Ocosingo.

Zona Sureste: Municipios de Chicomuselo, Comalapa y Las Margaritas. Persecuciones por la lucha contra la minería que daña el ecosistema y tráfico de personas.

Zona Sur: Municipios de Carranza, Teopisca, Las Rosas y Socoltenango. Zona Centro: Municipio de San Cristóbal de las Casas. Feminicidios. Intimidación y persecuciones por la defensa de los humedales».

La Diócesis instó “a que cese la persecución, represión e intimidación para nuestros hermanos y hermanas que luchan por la construcción de un mundo diferente y mejor”.

También refirió que el asesinato de 2 sacerdotes jesuitas y un guía de turistas dentro de un templo católico en Chihuahua, “nos hacen ver la magnitud” de la inseguridad y la violencia que prevalece en el país.

Los obispos destacan que desde el 2020 en la carta la carta pastoral ¡Caminemos juntos a la luz del Señor! número 15 habían señalado que: “El crimen organizado cada día ocupa más espacios en el territorio chiapaneco, dolorosamente se va sumando a la situación nacional, y se da una lucha en competencia a nivel estatal y local.

“En este rubro destaca la Trata de personas para la pornografía,venta de órganos y la explotación sexual y labora de migrantes y nacionales…Dichos grupos y fuerzas, en muchos municipios logran controlar a las autoridades municipales. Todo esto causó inseguridad, violencia, extorsiones y desplazamiento forzado de personas y familias”.

Así como “en nuestro país cada día experimentamos la inseguridad y violencia en nuestras calles, escuelas, comercios y desgraciadamente también en nuestros templos, lugares que nos reúnen como comunidad para el encuentro con las hermanas y hermanos y con Dios”.

Desgraciadamente, señalan, “también en nuestro querido estado de Chiapas se ha aumentado en los últimos años esta misma situación de violencia e inseguridad”.

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