La propuesta es que la Secretaría de Salud entregue de manera gratuita productos de higiene menstrual en los centros de salud, educación, laborales, también en los centros de reinserción social.
Tuxtla Gutiérrez, Chis. julio.- Pilar Zenteno Maza, una joven activista feminista, integrante de la Colectiva 50 más 1 Chiapas, presentó el lunes ante el Congreso del Estado, una iniciativa para que se reconozca en la ley de Salud estatal, el derecho a la gestión de la higiene femenina, y reducir con ello las brechas de desigualdad en Chiapas.
“¡Que ser mujer no nos cueste más!”, dijo Pilar al señalar que en Chiapas, miles de mujeres en situación de pobreza, no tienen ingresos para comprar toallas desechables mensualmente, y para acceder a los productos de higiene femenina.
Ante las comisiones de la Juventud, de igualdad de género y de hacienda, la joven manifestó que “a través del tiempo, las niñas, adolescentes y mujeres hemos enfrentado desigualdad, debido a la construcción social del género, se nos han asignado características y hasta posiciones en las relaciones sociales en las que las mujeres estamos en inferioridad”.
Dijo que del periodo mestrual poco se habla, “por eso mi propuesta es que se atienda una necesidad que ha sido ignorada, como es reconocer el derecho a la gestión de la higiene menstrual de las mujeres, niñas y adolescentes”.
Explicó que la propuesta consiste en que la Secretaria de Salud estatal promueva junto con el sector privado, así como con la sociedad en general, para que se entregue de manera gratuita, productos de higiene menstrual, tales como toallas, tampones y copas menstruales por mencionar los más comunes, en los centros de salud, educación, laborales también en los centros de reinserción social.
Estos centros deberán de garantizar además del acceso a los productos de higiene menstrual, las condiciones necesarias para la gestión menstrual en condiciones salubres y dignas; también deberá de promoverse mas información y educación respecto a la gestión y manejo de la higiene menstrual.
El denominado “impuesto rosa” o “Pink Tax” en términos de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), es cuando el precio de un producto que va dirigido a niñas y mujeres es mayor, comparado con los de los niños y hombres.
La PROFECO ha señalado que los productos de color rosa dirigidos a mujeres son hasta 17% más caros en comparación con los de los hombres, en artículos de igual función.